Este viernes es #8M y todas las mujeres del país tenemos una cita en las calles para hacernos visibles. Para gritar con el fin de conservar los derechos que hemos conquistado hasta ahora, pero también para exigir un país más seguro, libre y mejor para nosotras.
En 2024, el Día Internacional de la Mujer será histórico, pues se conmemora en medio de una campaña electoral en la que por primera vez compiten dos mujeres por la presidencia de nuestro país. Sin embargo, la llegada de una mujer a la cabeza del poder ejecutivo no garantizará mejores condiciones para el resto de las mexicanas. Al igual que con cualquier otro presidente, será necesario que sus decisiones sean efectivas para cambiar circunstancias y romper barreras que hoy tienen a muchas mujeres en desventaja frente a los hombres. Cada año, el #8M es una fecha especial, porque marca una temporada para hablar de mujeres. El clamor feminista es cada vez más fuerte y ha sido capaz de visibilizar brechas y sensibilizar a una creciente proporción de la ciudadanía. No obstante, la lista de pendientes es enorme y no hemos logrado que la conciencia colectiva trascienda al presupuesto y a acciones efectivas para transformar la vida de más mujeres. La petición que une a prácticamente todas las mujeres de este país es que cese la violencia de género, pero poco ha cambiado. En lo que va de esta administración, los delitos contra la libertad y la seguridad sexual se duplicaron a nivel nacional, pasando de 43,000 en 2018 a 89,000 en 2023. Durante el mismo periodo, los elevados niveles de feminicidio han cambiado muy poco, pasando de 898 a 832. Y esto es solo la punta del iceberg , puesto que las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública solo captan las carpetas de investigación y en México solo 6.9% de los delitos llegan al punto en que se abre una carpeta. En un país en donde reina la impunidad, las mujeres tenemos miedo. Esta situación no solo se debe a las fallas en el sistema de justicia, sino también al desdén que ha mostrado el Gobierno Federal ante la ola de violencia. Según un análisis del IMCO , en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación de 2024 solo 0.08% de los recursos etiquetados para la igualdad entre mujeres y hombres se destina a la prevención y atención de víctimas de violencia. Y ese monto, que es microscópico frente a otras prioridades, es 85% menor que el que estaba presupuestado para 2023. Lo que no está en el presupuesto, no importa. Da igual cuánto nos prometan las autoridades, sin recursos no se va a cumplir.
En este #8M salgamos a marchar por la violencia y los casos atroces en contra de mujeres. Marchemos por las y los que faltan. Marchemos por las violencias que son más sutiles y están hasta normalizadas. Marchemos, gritemos y exijamos que ya no queremos más “atole con el dedo”. Queremos escuchar de las candidatas cuál es el plan aterrizado para erradicar la violencia en contra de las mujeres, cuánto presupuesto le van a destinar y cuáles serán los mecanismos con los que van a monitorear avances. Candidatas, ¡gánense el voto de las mujeres! Gánenselo, no porque nos recuerden su sexo, sino porque tienen el valor de hacer compromisos viables y concretos para mejorar la vida de las mexicanas. Que en esta semana –y en el resto de la campaña– no se les olvide que concentramos más de 51 millones de posibles votos. ___ Nota del editor: Fátima Masse es Economista especializada en temas sociales. Síguela en Twitter como @Fatima_Masse . Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autora. Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión
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