De 2016 a 2023, la proporción de jóvenes de 18 a 24 años que no estudian ni trabajan disminuyó en México, al pasar de 23.2% a 16.3%, de acuerdo con el informe Panorama de la Educación 2024 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Entre los 34 países evaluados en este rubro, México se ubicó en el lugar 11 con más jóvenes que no estudian ni trabajan. Sin embargo, se mantiene por arriba de la media de 13.8%.
Las personas que permanecen en esa situación durante largos períodos a menudo tienen más dificultades para conseguir empleo e incluso, cuando lo encuentran, tienden a ganar un ingreso menor a lo largo de sus carreras” Menos jóvenes extranjeros sin estudiar ni trabajar
Además, el país ocupa el segundo puesto con más mujeres de 18 a 24 años que no estudian ni trabajan y se mantienen inactivas (96%), es decir, que no buscan un empleo de manera activa. De los hombres jóvenes sin empleo ni educación, 91.8% está inactivo. El informe de la OCDE apunta que las juventudes se mantienen inactivas por varias razones, como un nivel educativo bajo que les impide contar con las habilidades necesarias para el mercado laboral, en el caso de los hombres, y por «responsabilidades familiares», en el caso de las mujeres. El organismo internacional advierte que ser joven que no estudia ni trabaja afecta significativamente su transición al mercado laboral. Para los jóvenes que nacen en un país distinto al que residen, es más difícil adaptarse al sistema educativo y encuentran menos oportunidades de unirse al mercado laboral. En la mayoría de los países de la OCDE la tasa de personas que no estudian ni trabajan suele ser más alta en la juventud extranjera.
Pero en pocos países, como México, Nueva Zelanda y Reino Unido, son los jóvenes nacionales quienes tienen más probabilidades de no estudiar ni trabajar. Mientras que el 15.2% de las personas extranjeras de 15 a 29 años que residen en México no estudian ni trabajan, entre los jóvenes de la misma edad nacidos en el país la proporción es de 18.5%. “En algunos países, las personas nacidas en el extranjero tienen más probabilidades de tener títulos universitarios que la población nativa. En otros, son las personas nacidas en el extranjero las que tienden a tener un nivel educativo inferior al de la población nativa. Un nivel educativo inferior aumenta el riesgo de convertirse en jóvenes que no estudian ni trabajan”, explica el informe. En este sexenio, el gobierno federal lanzó el programa social Jóvenes Construyendo el Futuro, que otorga un apoyo económico a los menores de 30 años que no estudian ni trabajan y acepten capacitarse en una empresa aliada. Un análisis de la organización Acción Ciudad Frente a la Pobreza concluyó que el programa social es relevante para apoyar a esta población, pero llega de manera desigual. En las zonas urbanas, que registran más jóvenes sin estudiar ni trabajar, hay menos beneficiarios que en las áreas rurales. Así que no ha sido suficiente para garantizar el empleo a la juventud mexicana.
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