“Es mucho amor”, dice Beatriz Olivares cuando tras casi una hora de abrazos, fotos y de recibir peticiones logra que Claudia Sheinbaum , candidata de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, pueda dejar la explanada de la alcaldía Tláhuac, donde realizó uno de los más de 200 mítines que planeó para su campaña rumbo la Presidencia de la República. Olivares fue directora general del Instituto de la Juventud de la Ciudad de México en el gobierno de Sheinbaum (2018-2023), sin embargo, en la campaña presidencial la acompaña como la cabeza de una Ayudantía , un cuerpo de seguridad similar al conformado por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

La estretegia tiene su origen cuando López Obrador fue jefe de gobierno del entonces Distrito Federal, y que creó un grupo de civiles llamado “Las Gacelas”, el cual se encargaba de su seguridad personal y era coordinado por Polimnia Romana. Cuando López Obrador llegó a la Presidencia de la República replicó el esquema de “Las Gacelas” para su seguridad, sin embargo, hizo algunas modificaciones, una de ellas fue que incluyó a hombres, y el propósito sería darle protección, cuidar su seguridad y facilitarle la logística en eventos. Al estilo del presidente Andrés Manuel López Obrador, Sheinbaum es asistida por un equipo de civiles en sus recorridos por el país. Este cuerpo es nuevo, cuando la morenista fungió como alcaldesa de Tlalpan y como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, no tuvo ningún equipo de ayudantía. Ahora, en sus recorridos por el país, Sheinbaum es asistida por un grupo reducido de cinco voluntarios quienes le acompañan en su camino al templete de cada mitin, le abren paso entre decenas de ciudadanos que abrazan, saludan se toman fotografías con la candidata, reciben sobres con peticiones, regalos y hasta arcángeles como el que le entregó una simpatizante en un evento en Ixtapaluca, Estado de México. Mientras la candidata de Morena, Partido del Trabajo y Verde Ecologista escucha a otros oradores o emite sus discursos de alrededor de 30 minutos, su Ayudantía la espera detrás del templete o a escasos metros.

Beatriz Olivares también es la encargada de “despejar” el espacio cuando es necesario. Ella pide que se coloque o retire una valla, que se den pasos atrás. Cuando el evento concluye y se entona el Himno Nacional, el equipo de Ayudantía acompaña a la candidata presidencial en todo momento. El objetivo es que pueda ascender a su vehículo. Lograrlo no es tarea sencilla. La candidata es esperada por decenas de simpatizantes que desean acercarse a la primera mujer que se perfila para llegar a la Presidencia de la República. En ocasiones, a pesar de que ya subió a su auto, éste no puede avanzar, por lo que toma una megáfono que trae en su vehículo para ofrecerles a los ciudadanos bajarse para atenderlos y les pide que le dejen salir. En todo momento, su equipo de Ayudantía está alrededor del auto, e incluso organizando a los seguidores para que hagan fila para tomarse fotografías o una valla humana que permita a la candidata retirarse. Héctor Fiesco , experto en marketing político y coordinador general de comunicación política en Metrix, explica que recurrir a una ayudantía y no a un cuerpo de guardaespaldas, permite mantener una narrativa de austeridad. “Funciona porque permite robustecer la narrativa de austeridad… Desde el punto de vista de la comunicación política y de la imagen política, esta idea de que el pueblo es el que me cuida funciona bastante bien, le ha funcionado al presidente Andrés Manuel López Obrador”, explica. En sus discursos como candidata se ha pronunciado contra el regreso de privilegios, entre ellos, el Estado Mayor presidencial, el cual estaba a cargo de la seguridad del presidente de la República.

Fuerzas Armadas a cargo de la seguridad Además de ese grupo de Ayudantes, desde finales de 2023, cuando Sheinbaum fue electa como la coordinadora nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación y en los hechos en la precandidata a la Presidencia de la República por Morena su seguridad personal fue encargada a las Fuerzas Armadas. El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que se ofrecería seguridad a los candidatos a la Presidencia de la República, la cual aceptó Sheinbaum, siempre y cuando se tratara de un dispositivo muy discreto. “Se les planteó que tenemos la obligación de ofrecerles protección, vigilancia”, explicó el presidente López Obrador en la conferencia del 25 de septiembre pasado. La Secretaría de la Defensa Nacional designó a al teniente Mario Fonseca para encargarse de la seguridad personal de la candidata presidencial durante sus recorridos por el país. Además del teniente, a la candidata también la asiste un grupo reducido de militares a quienes se les identifica porque traen audífono y radio para estar en constante comunicación. Para Fiesco, es un riesgo que la seguridad de quien aspira a gobernar el país no esté en manos de profesionales. “Dejar las labores de seguridad en gente que no es experta en seguridad puede ser un riesgo. Los perfiles de la ayudantía suelen ser multidisciplinarios como politólogos, sociólogos, lo que representa un riesgo”, destaca. Por ejemplo, la coordinadora de la Ayudantía, Beatriz Olivares Pinal estudió dos licenciaturas, una en Derecho por la Universidad del Valle de México y otra en Administración. Si bien su preparación no está relacionada con la seguridad pública y
su experiencia la tiene en asuntos partidistas y juveniles , Beatriz Olivares goza de la confianza de Claudia Sheinbaum, pues fue ella la encargada del programa “Jóvenes Unen al Barrio”, el cual proyecta replicar a nivel nacional para alejar a los jóvenes de la violencia. Ella es como el Daniel Assaf de la Ayudantía de López Obrador.

]]>