En 2024, todo el país se sumirá en un frenesí electoral. Se publicarán páginas de análisis de la elección presidencial, siempre bajo una perspectiva nacional y centrista. No obstante, existen otras elecciones que a menudo pasan desapercibidas para el análisis. En primer lugar, se llevará a cabo la elección de todo el Congreso de la Unión, que incluye 500 diputados y 128 senadores de la República. A partir del primero de septiembre de 2024, estos legisladores conformarán la LXVI Legislatura y serán responsables de votar posibles cambios a la Constitución, propuestos tanto por el presidente saliente como por la nueva presidenta de la República.
Llaman la atención los perfiles que presenta el Frente Amplio por México, coalición electoral conformada por el PAN, el PRI y el PRD, que incluye exgobernadores, exlegisladores federales con una amplia trayectoria, exdirigentes nacionales de los partidos y actores políticos relevantes en sus respectivas entidades. De entrada, podemos destacar que la elección tendrá un gran componente local, ya que figuras políticas relevantes en sus estados buscarán cargos en el Congreso, y que la coalición busca conformar grupos parlamentarios experimentados y profesionales. Hasta aquí sumamos los 629 cargos federales que se elegirán, pero debemos añadir los 19,738 que se votarán en las 32 entidades del país (incluida la Ciudad de México). En ocho de ellas se votará para elegir al gobernador o la gobernadora (Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Tabasco, Puebla, Veracruz y Yucatán). Además, se elegirá a quien ocupe la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Por tanto, veremos cambios y renovaciones en la clase política a nivel local. He seguido de cerca el análisis político-electoral a nivel local y encuentro que: a) en Chiapas, la confrontación entre varios grupos criminales y las tensiones sociales en distintas regiones podrían complicar las elecciones; b) Jalisco se puede convertir en una aduana para la consolidación de Movimiento Ciudadano, pero sobre todo para el alfarismo ; c) en Tabasco y Veracruz, los altos índices de aprobación del presidente López Obrador hacen que Morena tenga altas posibilidades de permanecer en el gobierno; y d) el FAM tiene buenas posibilidades de obtener el triunfo en Guanajuato, Yucatán y Puebla, si bien serán elecciones cerradas y competidas. Ahora bien, las elecciones que a menudo pasan desapercibidas son las de los Congresos locales. Un ejemplo de su importancia es lo que recientemente ocurrió en Nuevo León, donde el partido en el gobierno (Movimiento Ciudadano) no tuvo los votos suficientes para generar los consensos necesarios y aprobar la licencia del gobernador. También está el caso de la Ciudad de México, donde la oposición detuvo la ratificación de la Fiscal de la Ciudad de México. Los Congresos locales han sido los contrapesos al avance hegemónico de los partidos. En consecuencia, las elecciones locales son de gran importancia tanto para el oficialismo como para la oposición.
En resumen, el año 2024 se presenta como un período crucial en la vida política de México. Aunque la elección presidencial suele acaparar la atención, no debemos pasar por alto las numerosas elecciones locales y la conformación del Congreso de la Unión, ya que estas instancias son fundamentales para el equilibrio del sistema político y para la toma de decisiones a nivel nacional. Las coaliciones y los perfiles de los candidatos prometen darle un giro interesante a la escena política, y las elecciones locales serán determinantes en la configuración del panorama político a nivel regional. Además, la discusión sobre las reformas constitucionales añade un componente de polarización y debate en este contexto. En definitiva, 2024 se perfila como un año de retos y oportunidades para la democracia mexicana. Las maquinarias electorales se afinarán, las estrategias se ajustarán y la capacidad de movilización de los distintos actores políticos se pondrá a prueba. Estaremos atentos a los acontecimientos que definirán el futuro de México en este período electoral. El destino político de la nación está en juego y será el voto ciudadano el que finalmente decida el rumbo que tomará México en los años por venir. ______ Nota del editor: Josué Jijón es consultor especializado en política local en Integralia Consultores (@integralia_mx). Las opiniones publicadas en esta columna corresponen exclusivamente al autor.
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