Los dos partidos de entrenamientos de primavera que se jugaron durante el fin de semana en el Estadio Quisqueya Juan Marichal fueron todo un éxito que se merece ser destacado por la relevancia de los mismos y porque afianza aun más la plaza y el hecho de que en territorio dominicano se pueden celebrar partidos de Grandes Ligas de manera positiva.
La sombra de los fracasos de finales de los años 90 y principios del 2000 ha desaparecido por completo con el partido del 2020 entre los Mellizos de Minnesota y los Tigres de Detroit, y los dos encuentros de la edición del 2024: Medias Rojas de Boston vs Rays de Tampa Bay.
El próximo pacto colectivo dictará qué tipo de eventos podrían realizarse en el país en el futuro, con las expectativas de que un nuevo estadio -como se ha comentado que podría inaugurarse en tres años luego que se completen todos los procesos de la alianza público privada que lo sustentaría- permita que se celebren partidos de temporada regular o de un Clásico Mundial de Béisbol.
Sí quedó demostrado que las facilidades del Quisqueya, por más que se quiera, no están aptas para este tipo de compromisos.
La odisea que representaba desplazarse desde el Séptimo Cielo incluía salir del estadio, caminar por fuera y llegar a la zona del clubhouse de visitantes del lado derecho del parque y pasar por tres puntos distintos de seguridad.
Pero en materia de béisbol, fue todo un éxito. Los estelares de los equipos estuvieron disponibles, así como los dirigentes y coaches.
De quien no se quiere hablar
Al dirigente de los Rays, Kevin Cash, se le preguntó qué tanta falta le hacía Wander Franco a Tampa Bay y eso fue suficiente para terminar su rueda de prensa del sábado.
Es comprensible que no quiera hablar sobre el proceso legal del torpedero, pero tampoco se le pidió hablar de cuándo lo colocarán de nuevo en la lista restringida.
El sindicato de jugadores, representado por Tony Clark, tampoco quiso referirse al tema durante la rueda de prensa del organismo el viernes.
En unas dos semanas sabremos, probablemente, qué decisión inmediata se toma con relación al nativo de Baní, a quien se le conoce un caso por abuso sexual de una menor y es poco probable que en el 2024 pise un estadio de Grandes Ligas.
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