La Fiscalía de justicia de la Ciudad de México concluyó que el choque de trenes en la línea 3 del Metro, ocurrido el pasado 7 de enero, se originó por robo doloso de cable y conducción negligente. En un mensaje a medios, Ulises Lara, vocero de la fiscalía local, detalló que tras realizar distintas investigaciones y peritajes, se determinó que la colisión registrada en la interestación Potrero-La Raza, se derivó de dos hechos:
El primero; por el robo de cable que afectó los sistemas de señalización y comunicación con el puesto central de control, cuyo reporte fue desde el 6 de enero, es decir, un día antes de los hechos. El segundo; por la conducción “negligente” del tren número 24, ya que al advertirse las fallas en el tramo Potrero – La Raza, el conductor no activó el modo manual y además circuló a una velocidad mayor a la establecida en los protocolos de seguridad. “El estudio de la caja negra demostró que el tren 24 salió de la estación potrero a las 9:05, en conducción manual restringida, aumentó la velocidad y el sistema lo detuvo de inmediato, pero después, registra una cambio a pilotaje automático, alcanzando una velocidad de 45 kilómetros hasta el momento del impacto”, explicó el vocero. Agregó que tampoco existe evidencia que el conductor haya realizado algún frenado de emergencia o actividad para evitar el choque. Por lo anterior, la fiscalía de la Ciudad de México cumplimento una orden de aprehensión en contra del conductor Carlos “N” por el delito de homicidio y lesiones culposas.
Desacoplamiento Sobre los hechos ocurridos el pasado 15 de enero, en la estación Polanco de la Línea 7, donde hubo un desacoplamiento de dos vagones, el vocero explicó que «la falla se originó por una manipulación dolosa de los elementos de sujeción del enganche semiautomático o acoplador Scharfenberg».
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