El Instituto Nacional Electoral (INE) intensificará una campaña en medios de comunicación y redes sociales para que la población identifique y abra la puerta a los capacitadores y asistentes electorales que porten una playera rosa y no solo las prendas que los caracteriza, tales como chamarra, mochila y gorra, además para garantizar la seguridad de ambos. Ello, derivado del retraso de las prendas que deben portan los funcionarios electorales durante sus visitas de campo que iniciaron el pasado 9 de febrero y concluirán el 31 de marzo, para invitar a la población a sumarse como funcionarios de casilla rumbo a la elección del 2 de junio.

El consejero Jaime Rivera, expuso que no hay motivos contundentes para emitir “alarmas”, pero sí hay condiciones, “hechos ya consumados o en marcha” que indican que se debe dar un seguimiento puntual a este asunto y mitigar o subsanar probables efectos negativos. “Si no consideráramos que hay algún efecto negativo, los uniformes, estas prendas de capacitación que llevan los capacitadores parecerían innecesarios y no es así y, no solo es por hacer presente la identidad del INE. “Es porque la experiencia, y hasta el sentido común y más en condiciones de inseguridad grave que hay en México desde hace años, se considera importante esas prendas de identidad para facilitar la confianza de las personas que son visitadas para poder participar en las actividades de capacitación y además para que el tránsito en vía pública, calles, en comunidades rurales goce de menores riesgos desde el punto de vista de la seguridad”, añadió Rivera Velázquez. Durante la sesión de la Comisión de Capacitación, la consejera Dania Ravel indicó que si bien el INE ha tomado medidas emergentes para poder solventar la falta de uniformes y celulares, derivado del retraso de los proveedores, es un hecho que los capacitadores no han logrado realizar su trabajo en condiciones óptimas.

“El tema de las prendas me parece que es un tema de seguridad con doble vía: para la ciudadanía y también para las personas CAEs. Muchas veces la ciudadanía no se siente confiada de abrirle la puerta a una persona que no está como debe de estar (con la vestimenta correcta) por la publicidad que hemos hecho”. Expuso que ha habido “casos aislados” de inseguridad, que confió “no se multipliquen” y que se puedan revertir con una campaña más agresiva. “Lo segundo, es un tema de seguridad para las propias personas CAES, porque muchas veces están haciendo recorridos y entonces, pueden llamar la atención de algunos grupos que, a lo mejor, no precisamente estén trabajando en el marco de la ley y pueden entonces sufrir algo en su integridad física, porque no se reconozca que son personas que si están haciendo recorridos es porque están trabajando para el INE. En torno a la falta de teléfonos, precisó que los capacitadores no han logrado realizar su trabajo de forma óptima, sino como se hacía antes, en papel y después hacer una transcripción o si no esperar a llegar la sede de una Junta del INE, para poder descargar la información, lo que anotó, se vincula también con cuestiones de seguridad. “A mí lo que me comentaban es que en algunas ocasiones en donde no se ha podido localizar a CAEs en un principio, porque han sido víctimas de la inseguridad, se ha logrado su geolocalización y traerlos de vuelta sanos y salvas, gracias particularmente a que tienen estos celulares”, destacó.

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