Caitlin Clark es la joven que despierta un mundo de ilusiones en el baloncesto univertasitario de la NCAA.
La joven jugadora de las Hawkeyes de Iowa estableció récord de puntos en la NCAA y cuando quebró la marca lo hizo, como llaman ya en Estados Unidos, con su logo, un triple que puso el partido 8-6, contra Michigan, camino a un 106-89.
Su disparo no fue casualidad. Es una anotadora copiosa y su figura ya comienza a ser vista en el baloncesto de los Estados Unidos. Ella, que terminó con 49 puntos y nueve triples, suma ahora 3.569 puntos. Así superó la marca de Kelsey Plum de 3.527 puntos.
«¡Felicitaciones por el récord y realmente por toda tu temporada! Aprecio lo que haces por el juego, ¡mucho respeto y amor! Nos vemos en el siguiente nivel, con suerte más temprano que tarde», le dijo Plum a Clark a través de las redes sociales, publicó USA Today.
Eso la encamina para ir detrás de un par de récords, el de Lynette Woodard de 3.649, quien logró la hazaña en la Association for Intercollegiate Athletics for Women (AIAW), en cuya etapa aún no corría la NCAA, pero también tiene tiempo para quebrar el de Pete -Pistol- Maravich ¿Qué? Así es. Nada de sorpresa.
Maravich totalizó 3.667 puntos entre 1967 y 1970. Maravich es el dueño del récord masculino del baloncesto universitario. Capaz de anotar desde cualquier ángulo, Maravich resultaba incómodo para sus defensas.
Y eso es Clark, con una capacidad anotadora sin rango alguno. Para los que no la conocen, imaginen a Damian Lillard, o un escalón más hacia arriba, a Stephen Curry.
Este fin de semana se celebró el Juego de Estrellas en el que la estelar jugadora de la WNBA Sabrina Ionescu compitió en un concurso de triple con Curry.
Sus cualidades también la llevan a dimensiones de una armadora anotadora-pasadora. Cuando rompió el récord cedió 13 asistencias, de las 25 que dio su equipo.
Fue espectacular, aunque el lujo se lo llevó Curry, en una prueba en la que Ionescu aceptó competir bajo las reglas de balón y distancia de la NBA, casi fue real.
Clark tiene esas dimensiones. Solo que, probablemente por su condición de NCAA, no pueda estar en una actividad profesional.
Ya ocurrirá. Si el tiempo y la fortuna le sonríen.
Es la favorita como número 1 del draft de la WNBA.
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