Han pasado seis meses desde que Alex Palou cerró la temporada de la IndyCar con su segundo título en tres años y este receso no ha sido el más sencillo para la serie.
Honda públicamente manifestó su descontento con IndyCar, los dueños se quejaron y la serie se vio obligada a aplazar la transición a los motores híbridos. La muy reconocida carrera final en Nashville se movió 35 millas fuera de la ciudad debido a la construcción del nuevo estadio de la NFL en la ciudad.
La nueva temporada inicia este fin de semana en las calles de St. Petersburg, Florida con 17 carreras para exhibir su producto. El comienzo del año sucede cuando la F1 está en medio del escándalo y con un solo piloto dominante. Esto le da la oportunidad a la IndyCar de demostrar que su producto es superior en la pista a la más popular serie europea.
“Posiblemente ha sido un receso de temporada complicado por la cadencia y noticias, pero creo que el 2024 puede ser un paso importante para nosotros como Serie IndyCar”, aseguró el ganador de las 500 Millas de Indianápolis Josef Newgarden. “Tenemos tantas cosas positivas sucediendo… y nos ayuda volver a la pisa por que tenemos un gran producto, creo que tenemos el nivel más alto de competencia en la serie”.
El año pasado la IndyCar tuvo siete ganadores distintos y aunque Palou confirmó su título con una carrera por disputar, fue la primera vez en 20 años que la serie no llegó a la última semana con varios contendientes.
Max Verstappen ganó la primera carrera del calendario de la F1 por 22 segundos; Newgarden se llevó el Indy500 por 0,097 segundos. Y la maniobra que utilizó Newgarden para bloquear a Marcus Ericsson para ganar fue vetada de la IndyCar.
La Serie y el dueño de Indianapolis Motor Speedway Roger Penske no estaba contento con los baches de la temporada baja. Dijo que en recientes reuniones con Onda, los pilotos y el resto de los dueños terminaron bien y esbozaron la visión de la serie hasta el 2027.
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