Un poco más de dos meses después de la finalización del vínculo entre Iñaki Bea y la Federación Dominicana de Fútbol, el martes de la semana pasada fue presentado el argentino Marcelo Neveleff como nuevo seleccionador absoluto. Junto a él, también se dio a conocer a la flamante comisión de selecciones nacionales, conformada por empresarios quienes hasta acá han invertido de forma exitosa en este deporte. Un esquema parecido al de México, donde las decisiones más importantes del fútbol quedan en manos de grupos corporativos.

Este anuncio era necesario para nuestra selección, pues, un equipo con aspiraciones, cualquiera que estas sean, necesita de trabajo y continuidad; cosa que había estado ausente en esta última etapa por lo poco que se jugó, y por el pobre nivel que demostramos frente a los rivales a los que nos enfrentamos.

El futbolero dominicano que sigue de manera incondicional a su selección, aunque escaso, la verdad sea dicha, conoce, exige y tiene memoria. Recuerda que hace menos de un año se iniciaba un proceso donde se prometieron cosas que se quedaron en eso. Tiene latente cada una de las decepciones que han supuesto quedarnos en el camino de la clasificación a la Copa Oro, el torneo más importante a nivel de selecciones de Concafaf, donde nunca hemos logrado asistir.

En un fútbol incipiente como el nuestro, debemos ser cautelosos con lo que se trata de vender. De todo lo que se dijo en la actividad del pasado martes, me quedo con el énfasis en el trabajo que señaló el ‘Ruso’ Neveleff. Su currículo con la experiencia en el fútbol profesional de los Estados Unidos lo avala. A partir de ahí, los dirigentes de la federación tienen el compromiso de no escatimar en proveerle a este nuevo equipo técnico las herramientas necesarias que le garanticen hacer bien las cosas; entregarles toda la confianza y tenerles paciencia.

Patrocinadores Oficiales de la RevistaIMX

Insistir en la idea de clasificarnos a los próximos mundiales en el plano deportivo es más que una utopía, En el plano comercial es una apuesta muy arriesgada para un producto ‘fútbol dominicano’ necesitado de sumar fanáticos, quienes insatisfechos por los resultados de semejante propaganda, no harían otra cosa más que alejarse.

Con los pies sobre la tierra y abrazados a la realidad, colocar a la República Dominicana como una selección referente de nivel en el Caribe, cosa que hoy estamos lejos de serlo, nos tomará años; seguir persistiendo en la clasificación a Copa Oro para comenzar a vivir la experiencia de competir con las selecciones potencias de la región; todos estos, serían hitos que de alcanzarse en este proceso se le agradecerían para siempre al profesor Neveleff.