Luis Guerrero se convirtió el pasado lunes en el dominicano 937 en debutar en el béisbol de Grandes Ligas, con una salida de dos tercios de entrada ante los Medias Blancas de Chicago en el Fenway Park.
“Llegó el momento que mi familia, como esperábamos, estamos cumpliendo un sueño hoy, un día que nunca se va a olvidar”, expresó Guerrero en una entrevista que le concedió a Omar Guzmán para Virus Deportivo.
El camino para llegar al “Big Show” generalmente no es un camino lleno de flores y cosas fáciles, pero en el caso de Guerrero, las piedras y los obstáculos en el camino, han sido más complicados que los que cualquier ser humano pueda vivir.
Guerrero, nativo de Baní, enfrentó una enfermedad cuando apenas tenía dos años de edad que le pudo haber costado la vida, sufrió una infección en la garganta que no fue tratada de la manera correcta y dicha infección le llegó a los músculos de su rodilla derecha.
Guerrero fue operado y se tuvo que pasar nueve meses recluido en una clínica, no pudo recibir la terapia correcta para su edad y sus músculos no se desarrollaron de la manera correcta, y al día de hoy tiene poca flexibilidad.
La discapacidad de Guerrero no significa una debilidad para él como lanzador, ya que prácticamente nació así, lo que si le ha servido es como motivación para trabajar extra cada día detrás de su gran sueño de ser pelotero.
Guerrero estudió y jugó béisbol en la Universidad de Chipola en la Florida con una beca, luego de ser rechazado para firmar en el país, fue escogido en el draft de novatos de MLB en la ronda 17 del 2021 por los Medias Rojas de Boston.
“Este es un momento hasta difícil de entender, tú no le encuentras explicaciones”, expresó Guerrero sobre su sentir al ser parte de la nómina de Grandes Ligas del conjunto de Boston.
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