Hace dos mes que Alejandra Vázquez interpuso un amparo para su prima que padece cáncer de mama, porque en el Hospital General de México le han retrasado las consultas médicas y la fecha de inicio de radioterapias y quimioterapias. La señora de 56 años, originaria de la Ciudad de México, explica que a su familiar le hicieron una mastectomía de lado izquierdo, pero debe continuar el tratamiento para salvar el seno derecho.
“Ojalá que nuestro amparo proceda y que nos den solución rápido, porque la vida de una persona está en juego”,
“En el Hospital General no le han dado las radioterapias ni las quimios, que son urgentes. Hemos estado yendo y nos dicen que no hay citas, que ellos le van a hablar y el chiste es que no le hablan, y esto es fundamental”, sostiene. Ante la tardanza en brindarle el tratamiento, su familia recurrió a la vía del amparo, como lo han hecho otros pacientes durante este sexenio. Sin embargo, su juicio de amparo continúa en trámite y Alejandra teme que no se lo otorguen tras la aprobación de la reforma al Poder Judicial. Así que el jueves 5 de septiembre se unió a las manifestaciones en contra de esta iniciativa, promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Primero protestó en el Monumento a la Revolución y después afuera del Senado. “Desde que empezaron a negarle a mi prima las radioterapias, que tiene aproximadamente dos meses, metí el amparo, está en trámite”, comparte.
Los amparos de los pacientes La Reforma Judicial, avalada en las cámaras de Diputados y Senadores, plantea que los jueces, magistrados y ministros sean elegidos por voto popular o mediante tómbola; que no ganen salarios ostentosos y la instauración de un nuevo modelo que sancione las prácticas indebidas de los juzgadores. No obstante, especialistas en Derecho y legisladores de oposición consideran que esos cambios socavarán la independencia y autonomía del Poder Judicial, paralizado ahora porque sus trabajadores han salido a las calles a protestar.
Pero hay otra posible afectación de la reforma. Organizaciones civiles que interponen amparos para exigir el derecho a la salud afirman que, de aprobarse, sería complicado que los pacientes sin acceso a fármacos o servicios médicos ganen los amparos que obligan a las instituciones a cumplir con la entrega de los insumos. Consideran que el cambio en la elección de los juzgadores abriría la puerta a que lleguen al Poder Judicial personas cercanas al partido oficialista. “Nos preocupa el tema de la reforma. ¿Por qué razón? Porque, si los jueces son elegidos por el partido gobernante, corremos el riesgo de que pierda autonomía e imparcialidad el Poder Judicial. Entonces, ¿quién nos va a garantizar el derecho a la salud de los pacientes amparados?” , plantea Andrea Rocha, abogada de la organización Unión Nacional contra el Desabasto, que ha interpuesto 450 amparos para que pacientes accedan a medicamentos.
Cambios en juicios de amparo Además, la iniciativa propone una modificación al artículo 107 de la Constitución para establecer que las sentencias de los juicios de amparo que “resuelvan la inconstitucionalidad de normas generales, en ningún caso fijarán efectos generales” y que, ante todo, deben considerar el interés colectivo. También establece la creación de un tribunal de disciplina judicial que sancione las faltas de los juzgadores y a quienes no consideren en sus sentencias la justicia social, el interés colectivo, o no sean eficientes y eficaces.
Esto es necesario, pero podría utilizarse a modo para castigar a los jueces que otorguen amparos desfavorables para el Gobierno en turno, advierte el abogado Guillermo Rivera. «Puede venir el tribunal de justicia disciplinaria y decirte: ‘Oye, no atendiste en tu sentencia el interés social, le diste el medicamento a tal persona y desprotegiste a la población de manera colectiva, entonces, te voy a abrir un procedimiento administrativo», ilustra el también director general de la organización civil Justicia contra el Cáncer, que ha acompañado a 4,401 personas en el trámite de amparos. La reforma puede tener otros efectos. Por ejemplo, explica, una autoridad puede negar a un paciente la entrega de un medicamento al argumentar que existen más pacientes en espera y eso está por encima del interés individual. “Esto es lo que más me preocupa, que la autoridad te puede decir: «Espérate, yo no te lo puedo dar porque, atendiendo la justicia social, al interés colectivo, yo tengo pacientes en este hospital que están en un listado y eso para mí es prioridad, el interés colectivo sobre tu interés individual», explica.
“A mí me parece que ese dato sí pudiera colapsar los amparos que estamos promoviendo para el tema de salud, porque estoy casi seguro que, si llega a pasar eso, la autoridad va a defender su posición de no acceso efectivo a entregar medicamentos o la salud en general, por una lógica de decir: ‘Estamos atendiendo al pueblo, es más importante atender a toda la colectividad que a ti en lo personal’», detalla.
Más amparos por la salud A partir de 2020, cuando en México se agravó el desabasto de fármacos, se incrementaron los juicios de amparo promovidos para acceder a medicinas y otros servicios o tratamientos negados en los hospitales públicos. En 2017, por ejemplo, se interpusieron 229 amparos. En 2020 la cifra llegó a 5,609 y a 11,766 en 2021, según datos recabados por el colectivo Cero Desabasto. Aunque en 2022 y 2023 se presentaron menos amparos (1,854 y 527, respectivamente), este recurso sigue siendo importante cuando a los pacientes les niegan el acceso a la salud. Ante las carencias del sistema de salud mexicano, varios pacientes y sus familias encontraron en los juicios de amparo una última vía para exigir su derecho a la salud, pero ahora ven difícil que esta opción se mantenga. Es el caso de Denisse Galván. Su tía falleció hace tres meses de cáncer de colon y, afirma, padeció el desabasto de medicamentos para el dolor asociado a esta enfermedad.
“Yo fui la que la cuidaba, entonces, cuando ella necesitaba un medicamento para el dolor, no había y no había, y ella se tenía que aguantar y estar consiguiendo alternativas como naturales para calmar los dolores”, afirma. Por eso, en cuanto a otro familiar le diagnosticaron cáncer de pulmón y se enfrentó a un abasto irregular en el Instituto Nacional de Cancerología (INCan), no dudó en buscar apoyo y tramitar un amparo. “Por lo regular, siempre nos dicen que no hay medicamento y, cuando hay, si llegas temprano, pues es al que le toca y, si no, pues ya no alcanzaste, ahora te tienes que aguantar. Y la otra cita te la dan después de dos o tres meses, y es conseguir dinero con los familiares para pagar el medicamento”, explica. Ella también protestó el jueves pasado en contra de la Reforma Judicial, porque cree que, si se aprueba, no ganará el amparo en favor de su primo, un joven de 25 años. “Con esta reforma sí estamos en desacuerdo porque para nada nos van a hacer caso ya con ningún amparo”, asegura.
Amparos incómodos Durante este sexenio, el presidente López Obrador se ha inconformado en diversas ocasiones por juicios de amparo que impiden acciones de su gobierno. Se ha molestado por la suspensión de la construcción de un tramo del Tren Maya; ha criticado a jueces que otorgaron amparos, por ejemplo, a Xóchitl Gálvez, excandidata presidencial, para que ya no la mencionara en sus conferencias matutinas. También criticó a padres y madres de menores con cáncer que protestaron por el desabasto de medicinas y se ampararon. “Lo grave es que el desabasto sigue. Entonces, yo no entiendo de qué Dinamarca habla el presidente, porque, lamentablemente, nosotros no vemos esa Dinamarca que él promete”, menciona la abogada Rocha. Tanto ella como el abogado Guillermo Rivera coinciden en que la Reforma Judicial afectará a los pacientes que interponen amparos para acceder a medicamentos. “A mí me parece que el verdadero fondo es desarticular la efectividad de los amparos”, sostiene Rivera.
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