La próxima jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada , y la nueva legislatura del Congreso local tendrán la tarea de aterrizar dos instrumentos cuyo propósito es guiar el crecimiento de la capital. Pese a estar en la Constitución local desde 2017, a lo largo de casi seis años de la actual administración –primero con Claudia Sheinbaum y luego con Martí Batres– no se han logrado aprobar el Plan General de Desarrollo (PGD) y el Programa General de Ordenamiento Territorial (PGOT).

Estos instrumentos son clave para enfrentar problemas que impactan a los habitantes de la ciudad, como la escasez de agua ante la sequía en el Sistema Cutzamala, el encarecimiento de la vivienda y la expulsión de capitalinos, junto a la gestión de riesgos como el sismo del 19 de septiembre de 2017, en el cual murieron 228 personas y provocó el colapso de 38 inmuebles, además de dejar miles más dañados. Mónica Tapia, directora de la organización Ruta Cívica, considera que al iniciar el gobierno de Brugada se deben elaborar desde el principio los dos instrumentos de planeación. “Debemos tener realmente un proceso de consulta y de participación para que las personas puedan sustentar, eso significa volver a hacer los instrumentos, no tiene caso poner parches a las cosas porque además no son buenos instrumentos de inicio”, señala la activista en entrevista con Expansión Política. Desde junio de 2023, Sheinbaum envió al Congreso capitalino los proyectos de los instrumentos de planeación, pese a críticas e incluso la oposición de integrantes de los pueblos y barrios originarios de la CDMX, quienes acusaron al Gobierno de la ciudad de simular una consulta.

Plan General de Desarrollo (PGD): “definirá las políticas de largo plazo en las materias de relevancia estratégica para la Ciudad. Tendrá por objeto la cohesión social, el desarrollo sustentable, el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes, el equilibrio territorial y la transformación económica.” Su vigencia será de 20 años.
Programa General de Ordenamiento Territorial (PGOT): “será el instrumento que regulará la transformación de la ciudad y fortalecerá la función social de la misma para su desarrollo sustentable.” Tendrá una vigencia de 15 años y deberá ser evaluado cada cinco años, o cuando ocurran cambios importantes en las condiciones que le dieron origen.

Los proyectos estuvieron por seis meses sin que se lograra un consenso entre las y los diputados de la ciudad. Cuando estaba por cumplirse el periodo para dar ambos instrumentos por aprobados ante la falta de deliberación de las y los legisladores –afirmativa ficta– el actual jefe de Gobierno decidió retirarlos el 7 de diciembre de 2023. «Vamos a retirar el Plan General de Desarrollo y el Programa General de Ordenamiento Territorial, vamos a incorporar todo un capítulo de combate al cartel inmobiliario para que, una vez incorporado, vamos a enviarlo nuevamente al Congreso de la Ciudad de México», dijo el mandatario en conferencia de prensa entonces.

¿Cuáles son los instrumentos de planeación? De acuerdo con el Artículo 15 de la Constitución local, los instrumentos de planeación son:

Un Instituto de Planeación sin cabeza y leyes pendientes

El Instituto de Planeación Democrática y Prospectiva (IPDP) es el principal organismo a cargo de dirigir la elaboración y consulta de estos dos instrumentos, sin embargo no se ha nombrado a una nueva persona al frente del mismo desde febrero de 2023, tras la renuncia de Pablo Benlliure. En su lugar ya han pasado dos encargados de despacho, Patricio Carezzana (junio de 2023 a marzo de 2024) y actualmente Federico Taboada, arquitecto quien hasta mayo fue asesor del equipo de campaña de la entonces candidata y ahora jefa de Gobierno electa, Brugada. “Hubo un abandono hacia el final de la administración del Instituto de Planeación, de sus capacidades y de lo que se podría trabajar”, señala Armando Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Urbanistas en CDMX. El Instituto se encuentra incompleto pues de los integrantes del Comité Técnico de expertos que deben acompañar las decisiones del organismo solo quedan dos, no se ha constituido el Consejo Ciudadano que representaría a la ciudadanía y la Junta de Gobierno tampoco está integrada, ni el Comité de Selección cuya tarea es evaluar y seleccionar una terna de personas candidatas.

Es responsabilidad estrictamente del Congreso la selección de la persona titular, que no se haya elegido es porque el Congreso no ha hecho su trabajo y la falta de diálogo deviene en que seguimos solamente con un encargado de despacho.

Para Rosales, hasta el momento el Instituto de Planeación ha sido tratado como un apéndice de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi). “Nunca se le ha considerado como un verdadero Instituto de Planeación y Desarrollo, nunca han quedado claras las metas de combate a la pobreza, a la desnutrición, en materia de salud y de empleo, entre muchas otra y dejarlas plasmadas en este gran instrumento que es el Plan de Desarrollo”, advierte. El nombramiento de una nueva persona al frente del Instituto de Planeación deberá ser uno de los primeros pendientes a resolver por la nueva legislatura del Congreso de la CDMX , que comenzará el 1 de septiembre. “Se necesita que la persona titular del Instituto de Planeación no sea un exfuncionario, que no lo vean como una cuestión de un partido o de grupo, se necesita de alguien que no esté afiliado a ningún partido y que sea respetado por todas y todos en la ciudad”, apunta Rosales. Las y los legisladores tienen además que crear la Ley General de Ordenamiento Territorial , pues actualmente la Ley de Desarrollo Urbano con la que se cuenta tiene más de dos décadas de antigüedad. “La Ley de Desarrollo es una ley que ya no funciona para esta ciudad, deja vacíos, espacios discrecionales, le entrega a la Seduvi manga ancha en algunas cosas, tiene Normas Generales de Ordenación solo para el desarrollo urbano que son obsoletas, desactualizadas y que se han prestado a mucha corrupción”, apunta el presidente de la Asociación Mexicana de Urbanistas CDMX.

Una nueva oportunidad con Brugada

Los expertos también consideran que los proyectos presentados son insuficientes, al centrarse en el desarrollo urbano y no abordar de manera suficiente temas prioritarios como la gestión de riesgos. “La gestión de riesgos es la base para tener una ciudad sustentable y nos referimos a lo que vivimos apenas unos meses, la escasez de agua, y estos días las inundaciones; los sismos que nunca sabemos cuándo viene el siguiente pero deberíamos saber cómo mitigar daños”, explica Tapia. Federico Döring, coordinador del grupo parlamentario del PAN en el Congreso capitalino, coincide en señalar que en la discusión del Plan General de Desarrollo y el Programa General de Ordenamiento se dejó de lado aspectos como vulnerabilidad de la ciudad ante sismos así como el abasto de agua. “No se integró en la discusión las condiciones de sismicidad y de disponibilidad del agua en la ciudad. El tiempo nos ha dado la razón con la sequía que se ha vivido este año, los problemas del agua contaminada en toda la ciudad, los temblores, la falta de participación ciudadana”, considera el legislador de oposición. Al tomar protesta como jefa de Gobierno, Brugada no contará con el Plan General de Desarrollo, en el cual según la Constitución local debería basar su Programa de Gobierno para los próximos seis años. “¿Qué va a pasar cuando llegue la nueva jefa de Gobierno, quiera presentar su Programa de Gobierno con todas sus acciones y programas, visión de ciudad y construcción de 100 Utopías, y se dé cuenta de que no hay base para medir?”, cuestiona Rosales. Mientras la directora de Ruta Cívica espera que Brugada convoque al diálogo a los diferentes sectores de la sociedad y reponga el proceso, para poder lograr que la Ciudad de México cuente con sus instrumentos de planeación.

“Clara tiene experiencia en lo urbano y en la participación ciudadana, ella viene de un movimiento urbano-popular que construyó y planeó todo un barrio, conoce también los problemas ambientales locales”, comenta Tapia. Döring coincide en esperar una mayor oportunidad de diálogo con la próxima jefa de Gobierno para saldar los pendientes sobre planeación. “Quisiera pensar que siendo Clara alguien de Iztapalapa tienen tantito más compromiso que Sheinbaum con el tema del agua y de la vivienda, ella sabe más de las penurias de la gente por falta de planeación”, indica el legislador panista.

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