Vamos, no lo hacían adrede…¿O sí?

Foto: wikipedia

Por : Herr Gemini

 

¿¡Pero qué está pasando aquí mi gente!? que título tan más pretencioso ¿no? Pues sí, aunque déjenme contarles que no es para menos; pues alude a ciertos sucesos que ocupan un lugar muy cariñoso en la historia de la humanidad. Sí, por que aunque no me lo crean (y todavía hace poco) se cometían las estupideces más grandes por la insensatez, inexperiencia, ignorancia y pend$%&ez de aquellos que respetamos hoy día, y que se partieron el c&/0 estudiando años y años para aplicar un conocimiento de vida que es verdaderamente escaso. 

 

Es por eso, que lo me convoca hoy a presentarles, son las locuras más macabras y lúgubres de los matasanos del pasado (hoy llamados, malos médicos)

 

¿Empezemos!

 

Desde ch!&%@$eras con huesos de muerto hasta cortadas de huevos; bienvenido a Doc Top….nah es un chiste no se crean haha, No; en el pasado, imperaba la ignorancia en varias áreas de conocimiento, e incluso en la medicina. Por ejemplo: ¿Sabían que gran parte del siglo XIX, los doctores no se lavaban las manos tras atender paciente tras paciente? 

 

Uy si, la neta que no era la costumbre, sólo se limpiaban con un paño o un trapo grande de color blanco y ¡Vámonos, el que sigue!. Bendito sea el señor que ya no ocurre eso; además de ser exhibidos en redes sociales, los meten hasta el botiquín sin posibilidad de decir ni pío. En fin ¿En qué estaba?… 

 

Ah sí; les decía, toda historia tiene su versión clara con tintes oscuros y muchos otros manchones grises. Hoy les hablaré sobre esos tintes que cubren con negrura el libro de la historia; pues aunque la medicina sea una de las profesiones más respetadas en el mundo, hay que reconocer que en el pasado hubo prácticas sin ni madre de ética, higiene y sentido común. Ya que se divagaba con supersticiones que creímos se habían quedado en la Edad Media, pero no mi gente, no es así este pedo. 

 

Fíjense, algo muy interesante que acabo de conocer, es sobre una magazine británica de nombre “The Lancet” fundada en 1823. Recomendable para los curiosos profesionistas y eminencias Galenas; lo curioso es que el nombre de la revista alude a un instrumento que parecía más para rebanar una picadita que para usarse de bisturí: La lanceta, usada para ayudar a sacar muestras de sangre; que suerte que ya no se usa en modelo antiguo amigos; ya que se decía que no era precisa (no se diga la higiene) y a veces se pasaban de la cantidad de sangre extraída…

 

De hecho, este pedo de la sangre está interesante; porque la práctica médica que más ha perdurado en el tiempo, ha sido precisamente la de la sangría (no, es con la que se pistea). Y sus orígenes datan de hace casi 3,000 años; y su base partió de 4 elementos vitales en la medicina: flema, bilis negra, bilis amarilla y sangre. Echense ese trompo al uña raza; estos 4 puntos en estado óptimo, fue determinado por los griegos, pues ellos creían que si estos 4 elementos estaban bien balanceados, se poseía una codiciada buena salud. ¿Cómo la ven? 

 

Otra creencia al respecto, era que si se purgaba el cuerpo por extracción frecuente de sangre; juraban y perjuraban que jalaba chido y te curaba hasta las fracturas de hueso. Ja ¿Qué cosas no? claro que, con el tiempo se comprobó que todo esto no valía pa’ 3 ch!%&$adas. Curiosidad adicional: esta enseñanza llegó a inmiscuirse entre las universidades más chic de Europa. 

Pero bueno, a lo que veníamos y sin pegarle tanto a la m@m@d@; les enlisto y con lujo de detalle; algunas locuras de los antiguos matasanos: 

No hay mal que un cadáver no cure

Los más libidinosos deducirán que hasta les metían una buena parchada pa’ curarse de gripa; pero no, no es así. Según el historiador francés Philippe Ariès, se llegó a enumerar increíblemente, las “propiedades que benefician” al organismo, como las siguientes: 

  • Estimulante afrodisiaco
  • Curan los dolores de cabeza
  • Combaten las hemorroides

Es más ¿Quieren oír algo todavía más fumado? pues échense este porro; ahí les va: 

Para estimular la cachondez, se calcinaban huesos de una pareja que hubiese vivido felizmente, o de amantes ya muertos (pues si, ni modo que vivos, ay que wey). Con esto se creía que el efecto y la magia en el paciente, le iba a traer todo el rigor pa’ meterle una cogidota sabrosa a la susodicha, de esas que no se olvidan. 

Otro aventurero bien creisi que tenía ideas similares, fue el médico alemán Christian Friedrich Garmann, quién en su libro De miraculis mortuorum (1670), describe la pócima de la divinidad hecha vital líquido. Pues quién la toma, tenía casi casi vida eterna…

Les cuento un poco más: este wey parece que se inventó el agua tibia, mejor dicho el agua divina, así le puso a su creación. Y la receta, ahorita se las paso (pero no para que la hagan, no sean idiotas): 

  • Cadáver de un hombre que haya sido saludable, muerto en forma violenta
  • Se corta todo el cadáver en trocitos, pero todo, hasta las tripas y todo lo que se pueda masticar
  • Mezclas con la misma sangre 
  • Todo se dejaba en un destilador de líquidos llamado alambique (usado en los viñedos y cervecerías) hasta volverse líquido

Ahora para el resto de vísceras y menudencias, partían cebolla, tomate, zanahoria y… nah no se crean, esto ya es cotorreo mío haha. Y dejen ustedes, no conforme con hacer todo este menjurge, viene lo mero bueno: ponían a prueba su efectividad ¿Ah cómo así? pos si, le dejaban caer unas gotas de sangre al producto, y si estas no se disolvían, es que ese pedo no iba a jalar y te iba a llevar la v#$%ga. Háganme el favor, bonitos filtros de prueba hahaha…

Existe el legendario caso, de Carlos II de Inglaterra, que se dice que tomó 43 gotas de esta madre, hecha a base de cráneo humano. Gracias a Dios que llegó la eminencia de Louis Pasteur para refutar con la mano en la cintura esta barbaridad. 

Para los que preguntan que quienes eran los conejillos de indias; ahí les va: agarraban a los más jodidos y necesitados, para poner a prueba tales experimentos. 

 

Transfusiones de sangre animal para los seres humanos

Ave María Purísima…

La locura gobierna al mundo amigos míos, y no hay nada que podamos hacer; pero bueno, esta práctica llegó hasta los confines de la nobleza. Pues allá por el siglo XVII, el médico de cabecera del mismísimo Louis XIV (pa’ la banda “El Rey Sol) hizo por allí un experimento en el que le hizo una transfusión a un infeliz que sufría de una cólera marca ch!$%%#%%#$adre, para ello, usó sangre de ternero. 

Osea, que el vato después del exitazo, iba a empezar a hacerle como becerro y a pedir chichi o ¿Qué pedo? 

Y bueno, el resultado fue que si se salvó, pero de puro milagro;porque en vez de mugir, el c%$rón estuvo guacareando por días, además de mear negro. Les digo, que estos ñores no les temblaba el pulso pa’ hacer barbaridades; Ahora ¿Cuál fue la razón de dicho fracaso? muy sencillo, se los explico en 2 pedos: 

Las proteínas de origen animal respecto a la sangre, son 0 compatibles con la de los seres humanos; y lo que hizo la dichosa transfusión fue mandar a la j0d!$#a su sistema inmunológico. Desgastando los riñones y matando a millones de glóbulos rojos”

Pero después de todo, ¿Saben algo? esta clase de atrocidades cabrían bien en alguna novela de miedo, programa de contenido bizarro, o algún show de humor negro standup, que se yo. 

 

Remedios bizarros de viejas eminencias

Raza, en todas las civilizaciones del mundo, se han tenido recetas y fórmulas “mágicas” pa’ curar todos los males; muchas de estas no eran inventadas por seres de otros mundos. Sino por las meras reatas de medicina más respetadas de su tiempo; les comparto un ejemplo: 

Georg Stahl, médico y químico alemán; tuvo a bien de crear la famosa “Teoría del animismo”, que consistía en que el alma que vivía en la caja (ósea en el cuerpo) padecía de muchas enfermedades por acciones mal habidas del mismo espíritu. 

Está muy c@$%ón lo que dice este señor, porque ¿Cuando no hemos escuchado que a fulano le pasó tal enfermedad por mal obrar o por ch!#$@r a un pariente o al prójimo?. Es más, yo diría que hasta esto se puede compartir en temas oscuros que abarcan esoterismo y así. Pero bueno, eso es para otra ocasión; ¿En qué estaba? 

¡Ah sí! esta teoría, además, no le hacía mucha confianza al opio como remedio, al igual que dudaba de la quinina (remedio qué es usado para combatir la malaria). Y, este hombre germano, en caso de tener hernias, recomendaba una cortada de huevos… Ay sí, mira mira…con decirles que este wey llegó a ser el médico particular del rey Federico Guillermo I de Prusia; que por cierto se lo llevó el payaso con tan solo 52 añitos. 

 

Sanguijuelas hasta las sheshes

Este remedio de usar sanguijuelas curativas viene desde épocas muy antiguas; y se acentuó en tiempos del catedrático en Patología Francois Joseph Victor Broussais, quién enseñaba en la Universidad de París a principios del siglo XIX. El usaba su terapia en lo que se conoce como El principio de la irritación; que dictaba que la vida es el producto de dicha reacción. Al haber exceso de irritación, se inflama la zona gastrointestinal. 

Con decirles que explicaba que enfermedades como la tuberculosis, sífilis y cuestiones mentales proceden del intestino; ahora, la razón por la que utilizaba sanguijuelas era porque pensaba que las inflamaciones se reducían con sangrado y una dieta hipocalórica. Tanta era la demanda, que Broussais provocó la importación masiva de sanguijuelas a toda Francia; llegando a habitar más de 50,000,000 de ejemplares en aquellos años, utilizandolas en diferentes áreas del cuerpo, entre ellos en las sheshes (un método medieval, por cierto).

Dato curioso: hoy día están casi extintas y se procura mantenerlas en estado de protección.  

 

Pues ¿Qué les puedo decir mi gente? La medicina es una de las ciencias que han tenido que pasar por diferentes experimentos, pruebas y locuras por parte de sus adeptos y eminencias; y que de no ser por esos experimentos a prueba y error, no se llegaría a la claridad médica que se tiene hoy día. Y de hecho, lo que antes se conocía como matasanos, con el tiempo se volvieron los pioneros de la cirugía actual, debido a su perfeccionamiento de la técnica de operación. 

 

Además, siempre van a existir médicos que tengan 0 en ética y sentido común ¿No les parece? y quiero pensar que estos deben ser una minoría. Ya sea por ignorantes o aferrados; se cometieron muchas barbaridades con tal de salvar las vidas de los pacientes; por lo que no lo hacían adrede ¿O tal vez sí?…

¿Qué tal si los antiguos médicos conocían algo que la gente común no conocía? Si creen que me equivoco y que ando diciendo puras babosadas; o si les gusto la narrativa de hoy y gustan aportar datos interesantes. Por favor, háganmelo saber en la caja de comentarios; ya saben que más que encantado de leerles.

 

¡Adiosito!

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