La política es virtud pero también es fortuna, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador en su último evento de la gira de transición que realiza junto a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, quien este 1 de octubre tomará protesta en el cargo.
“Es por la virtud pero por la suerte, por el creador y por los aluxes, por la vida… yo he tenido suerte”, dijo tras entregar reconocimientos a los ingenieros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) encargados de la obra del Tren Maya. Con una carrera política de más de cuatro décadas, pasando por cargos locales en Tabasco a gobernar la Ciudad de México y después participar en tres elecciones presidenciales para ganar en 2018, López Obrador está próximo a entregar la banda presidencial a su sucesora. “Nos deja, presidente, un nuevo modelo económico, las bases de un nuevo Poder Judicial, los cimientos de un nuevo pensamiento y deja algo hermoso, un pueblo politizado, alegre, que sabe de su fuerza y de su historia, un pueblo que sabe que salvó al pueblo de México. “Le digo a usted y al pueblo de México: estoy lista, estoy fuerte; está listo el pueblo de México para iniciar la segunda etapa de la Cuarta Transformación”, afirmó Sheinbaum. El presidente calificó el Tren Maya como “la obra más importante que se ha construido en el mundo en los últimos años” y afirmó que fue construida gracias al combate a la corrupción, pues esto permite liberar recursos “para el desarrollo”. El mandatario defendió el proyecto insignia de su sexenio, el cual también ha sido polémico ante el impacto ambiental a la selva maya y en cuyo tramo cinco de vía aún pesa la suspensión de un juez a los trabajos, ante organizaciones sociales que se oponen. “No hubo oposición de las comunidades porque el pueblo quería esta obra ¿Quiénes eran los opositores? Pues pseudo ambientalistas que tienen una concepción no ecológica sino política, muy conservadora”, dijo López Obrador.
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