El Real Madrid se impuso en el duelo que sirvió para abrir la final de la Liga Endesa contra el Valencia Basket (89-75) en un enfrentamiento que desatascó en el arranque del cuarto definitivo y en el que estuvo liderado por el dominicano Andrés Feliz, autor de 18 puntos y 22 dígitos de valoración.
Los dos primeros clasificados de la temporada regular comenzaron su cita inicial en la eliminatoria por el título deseosos de marcar territorio, el cuadro valenciano con más premura.
En un enfrentamiento donde el ritmo iba a ser importante, y así se encargaron de remarcarlo unos y otros en la previa, los visitantes se presentaron jugando a lo que querían, transiciones rápidas y triples, dos seguidos en la puesta en escena de Brancou Badio y Nate Reuvers.
A esas alturas del choque, los compases de salida, el plantel de Pedro Martínez aún limitaba las virtudes de Walter Tavares, incomodándole al obligarle a salir a defender fuera de su zona de confort. Sin embargo, no tardó el pívot caboverdiano en acariciar las buenas sensaciones. Y cuando al fin fueron palpables para él, se convirtió en una pesadilla para el Valencia.
Así, dejó seis puntos en un parcial de 11-0 que sirvió para enfriar el interesante comienzo de los de naranja. Fue la lanzadera para que despegase otro peso pesado del anfitrión, Sergio Llull, autor de otros seis, estos seguidos, entre cuartos.
Pese a ello no se mostró intimidado el rival, que volvió a respirar cuando se reconcilió con el acierto lejano.
En un tramo de choque donde los triples eran ley, el Valencia Basket ganó la batalla del fuego perimetral, respondiendo a un lanzamiento exitoso de Feliz con tres de su cosecha, dos de Matt Costello y otro de Josep Puerto.
Mientras la confrontación se manejó en esos términos, Tavares tuvo poco que decir. Pero cuando acabó el intercambio, emergió de nuevo para dar ventaja a los suyos al descanso, supliendo con puntos su poca aportación en el apartado de los rebotes (35-32, m.20).
La segunda parte empezó de nuevo con mucha marcha, con ambos contendientes sumando tres puntos en cada uno de sus cuatro primeros viajes a canasta. Ese toma y daca se lo llevó de nuevo el bando foráneo, lo que le permitió volver a ponerse por delante gracias a un 2+1 de Badio. Fue la mecha que encendió un tramo de fuegos de artificio para él, seis minutos en los que embolsó quince puntos.
Semejante exhibición individual la combatió el Real Madrid con resignación y trabajo colectivo. Sin descentrarse cuando en un momento dado llegó a ir seis abajo, aguantó el tirón repartiendo los galones.
Un poquito de Dzanan Musa, otro de Mario Hezonja, unos toques de Facundo Campazzo, y un mucho de Feliz.
El base dominicano estuvo regular en la excelencia durante los cuarenta minutos, exhibiendo el punto álgido de una jerarquía que ha ido ganando en la temporada de manera progresiva. Aún con todo, la renta era solo tímidamente favorable a la media hora (64-60, m.30).
La que parecía una brecha menor, en cambio, se convirtió en una herida de muerte al volver a pisar el parqué. Como si hubieran recibido la señal de que ese era el momento de morder, los de Chus Mateo salieron repletos de confianza.
Eso se tradujo en un parcial de 14-4, con el a veces discutido Bruno Fernando supliendo con garantías a Tavares.
Ahí empezó a escribirse el desenlace ante un rival a esas alturas irreconocible.
Sin verse agobiados en el marcador y en un feudo donde se encuentra cómodos, hasta el punto que ya encadenan 30 triunfos seguidos ligueros ante su público, los jugadores madridistas se limitaron a mantenerse en la línea por la que iban para cerrar la faena en un cruce que vivirá su segundo episodio el próximo domingo.
Ficha técnica:
89 – Real Madrid (19+16+29+25): Campazzo (12), Abalde (6), Hezonja (7), Ndiaye (-), Tavares (14) -cinco inicial-, Llull (11), Garuba (4), Feliz (18), Hugo González (-), Bruno Fernando (6), Musa (11), Rathan-Mayes (). 75 – Valencia Basket (15+17+28+15): Badio (20), Montero (3), Ojeleye (5), Pradilla (7), Reuvers (5) -equipo inicial-, Jones (10), López-Aróstegui (7), Soriano (4), Costello (8), De Larrea (3), Puerto (3), Sestina (-).
Árbitros:
Antonio Conde Carlos Cortés Arnau Padrós.
Incidencias: primer partido de la final de la Liga Endesa, disputado en el Movistar Arena de Madrid ante 10.064 espectadores. EFE
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