Arropada por su gabinete, gobernadores y simpatizantes, la presidenta rindió su primer informe de gobierno en el que resaltó la defensa de la soberanía. Los 73 años de Calixto Ortiz no le impiden soportar los empujones en el Zócalo de la Ciudad de México mientras levanta un letrero en el que reconoce a la primera mujer en la Presidencia de la República, Claudia Sheinbaum, por defender la soberanía de México ante Donald Trump.

“En la defensa de la soberanía nacional, lo hace con firmeza y convicción”, dice en letra roja sobre una cartulina amarilla que carga el adulto mayor y quien es uno de los más de dos millones de beneficiarios de la Pensión Adultos Mayores. Originario de Oaxaca, el hombre de caminar lento es uno de los miles de mexicanos que de forma individual o colectiva respondieron a la tercera convocatoria de Sheinbaum para asistir al Zócalo y también lo hizo en las otras dos ocasiones, en octubre de 2024 en su toma de posesión y en marzo cuando llamó a los ciudadanos para informar el proceder de su gobierno ante las amenazas de aranceles de su homólogo estadounidense. Arropada por su gabinete, gobernadores, legisladores y miles de simpatizantes, a las 11:23 horas inició su mensaje. Antes de referirse al hombre y gobierno que marcó su primer año del sexenio y de enlistar sus logros en materia económica, seguridad y educativa, recordó al exmandatario Andrés Manuel López Obrador, a quien asegura es el mejor presidente de la historia de México, pero que, en medio de las últimas polémicas de huachicol en la Marina, calificó de honrado y con quién nunca habrá ruptura porque forman parte del mismo movimiento. “Quisieran separarnos en el movimiento de la transformación, que nos dividamos en el proyecto humanismo mexicano. Andrés Manuel López Obrador fue, es y será siempre un ejemplo de honradez, de austeridad y de profundo amor al pueblo de México. Nunca se rindió ante la presión, nunca se vendió a los poderosos, nunca se apartó de sus principios. Y escúchenlo bien: su presidenta, tampoco lo hará, porque tenemos convicciones, tenemos principios”, soltó la mujer que en 2023 recibió el bastón de mando de López Obrador y la conducción del movimiento político. Sin mencionar por su nombre a Donald Trump, Sheinbaum resaltó que su gobierno defiende la soberanía y solo responde a un solo amo: el pueblo de México. Para parte de ese pueblo que la acompañó en el cierre de este domingo de la gira de 32 informes de gobierno en los que reunió durante un mes a más de 500,000 personas, se instalaron más de 25,000 sillas para pudieran escuchar sentados el discurso de 55 minutos. Y, aunque hace unos días en una mañanera reveló que en la estructura de su discurso el mensaje político estaría hasta el final, hubo un adelanto para quienes están inmersos en polémicas. “La honestidad no es la excepción, es la regla. Y quien traicione al pueblo, quien robe al pueblo, enfrenta la justicia. El poder no es para enriquecerse, es para servir con humildad”, sentenció. No dijo ningún nombre, pero desde el Zócalo –todavía con adornos patrios y vallas pintadas de la manifestación del 2 de octubre– escuchaban Andrés Manuel López Beltrán y Adán Augusto López Hernández, involucrados en polémicas en días pasados por lujos o irregularidades patrimoniales.

El cierre de una gira por 32 Estados

Aconsejada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador de no dejar las giras de fin de semana por el país, Sheinbaum no solo mantiene esas visitas, optó por realizar 32 mítines en los estados para resaltar lo hecho en su primer año de gobierno. Guanajuato fue la primera parada y el cierre la entidad que gobernó e impulsó su carrera presidencial. En casa y con los suyos enlistó uno a uno sus logros: inversión en política social, reducción de la pobreza, reformas aprobadas, elección judicial, crecimiento en turismo, construcción de viviendas, abasto de medicamentos y el inicio de la construcción de más de 3,000 kilómetros de vías de ferrocarril. Tuvo mención especial la también polémica reforma de amparo recientemente aprobada por el Senado. “Aprovecho para explicar que la reforma a la Ley de Amparo que recientemente propusimos garantiza a los ciudadanos sus derechos frente a cualquier acto de autoridad. Eso está totalmente salvaguardado. Su objetivo es hacer la impartición de justicia más rápida, más expedita; garantizar la pronta actuación contra el lavado de dinero y evitar que el amparo se vuelva el resguardo de por vida de los potentados de antes que no quieren pagar sus impuestos”, lanzó. “¡Presidenta, presidenta!”, “Es un honor estar con Claudia, hoy”, eran los gritos que sus simpatizantes coreaban cuando la mandataria hacía pausas. A diferencia de otros actos masivos, los artículos alusivos a la figura del expresidente fueron pocos. Ya no se vendió el “amlito parlante” y pocos fueron los ‘pejeluches’, las tazas y las playeras del exmadatario. Quienes no lograron ingresar a la Plaza de la Constitución o quisieron evitar los empujones optaron por quedarse frente a una de las ocho pantallas que se instalaron en calles aledañas y en las que se transmitió el mensaje de la presidenta. Similar a lo que hizo López Obrador para consultar a los ciudadanos sobre la reforma judicial, la presidenta puso a votación la propuesta para nombrar al tren México-Nuevo Laredo como el tren del Golfo de México. “¿Qué les parece si a ese tren le ponemos Golfo de México?”, preguntó. Los ciudadanos no dudaron y levantaron la mano para nombrar al primer proyecto ferroviario que se construye y que promete interconectar a México. “Aprobado”, dijo Sheinbaum bautizando así la primera de sus obras insignia. En unos de los temas más complejos para su gobierno, la violencia, Sheinbaum resaltó que hay resultados: afirmó que hay 32% menos homicidios. Y aprovechó para hacer una aclaración en medio de las presiones de Trump para el combate a los cárteles y al tráfico de fentanilo. “La política de construcción de la paz se construye soberanamente en México”, resaltó. La primera científica en ocupar el cargo más relevante de la política no dudó en mostrar su lado humano y prometió entregar hasta el alma para ejercer el cargo. “Mi compromiso es con el pueblo y sigue siendo entregar mi alma, mi vida y lo mejor de mí misma por el bienestar del pueblo de México”, dijo la presidenta mientras un joven celebraba el discurso que veía en una de las pantallas sobre la calle Palma y Madero.

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