Alejandra vive en Teotihuacán, Estado de México, pero trabaja en la CDMX, por lo que para llegar a su oficina necesita utilizar tres tipos de transporte todos los días: un autobús que la lleva hacia la base de Indios Verdes, tomar el Metro y posteriormente subirse a un camión; si por cuestiones de tráfico va tarde, suma otros 40 pesos para tomar un taxi. Al día gasta poco más de 140 pesos y dedica cuatro horas solo a los viajes, siendo diciembre el peor mes del año para estos trayectos.

Así pega el tráfico a la economía

“El tráfico comienza desde antes del 12 de diciembre, sobre todo en la entrada a Indios Verdes. En estos días tengo que salir por lo menos 40 minutos antes porque nos encontramos con los peregrinos, sobre todo en la caseta de la autopista México-Pachuca”, comparte a Expansión . El caso de Alejandra no es el único: la CDMX fue la ciudad con mayor tráfico en el mundo durante 2024, donde cada automovilista destinó en promedio 152 horas al año en sus autos , de acuerdo reporte de TomTom Traffic Index, especializado en el manejo de datos y geolocalización. Es decir, cada automovilista pierde 6.3 días completos varado en el tráfico. Este periodo también equivale a pasar 19 jornadas de trabajo considerando un horario de 8 horas. Juan Manuel Ayala , Chief Grow Officer de HR Solutions, dice que en diciembre se incrementa el tráfico entre 20% y 35% en la capital del país, debido al mayor número de compras y servicios delivery . “En plantas de producción, los atrasos del personal operativo generan pausas en la cadena de producción, resultando en una baja en el volumen de producción y, por ende, pérdidas económicas”, agrega Juan Manuel Ayala. Debido a que el tráfico decembrino es un problema constante, algunos empleadores deciden implementar el home office, recortar o cambiar turnos o un sistema híbrido para reducir el volumen de gente en las calles, minimizar el estrés y asegurar que el personal trabaje productivamente en su horario. Sin embargo, no es una opción a la que puedan tener todos los trabajadores. «No hay un transporte que la empresa disponga para los empleados; todos tenemos que movernos por nuestros propios medios. Tampoco hay consideración de home office por las peregrinaciones», relata Alejandra. El directivo de HR Solutions comenta que la Inteligencia Artificial (IA) ayuda a mitigar el problema de movilidad en el ámbito de recursos humanos, pues existen colocadoras de talento que identifican perfiles que vivan dentro de un radio geográfico cercano a las oficinas. “Esto minimiza los trayectos, reduce el estrés y aumenta la productividad. Empresas en manufactura, tecnología y reclutamiento están implementando estas soluciones, observando una reducción de entre 10% y 15% en los problemas de movilidad relacionados con el personal”, dice.

¿Por qué hay tanto tráfico en la CDMX?

Francisco Soní Solchaga , experto en política de suelo de desarrollo urbano, comenta que la configuración de la CDMX es el primer factor que influye en el retraso de la movilidad porque se articula principalmente en dos grandes ejes: avenida Reforma y el corredor Insurgentes Sur. Estas zonas concentran las mayores atracciones de viajes, incluyendo grandes oficinas, corporativos, oportunidades educativas y centros comerciales. El problema, a decir del experto, se agrava porque la mayoría de la población vive lejos de estos ejes o en la periferia, y a pesar de que durante todo el año viajan hacia sus centros de trabajo, en la época decembrina los traslados se incrementan por la temporada de compras. “La gente se desplaza a las grandes tiendas y centros comerciales (como Polanco o Perisur), o al Centro de la ciudad, para adquirir regalos o productos especializados como pavo, bacalao o carnes frías, elementos que no se resuelven en los comercios de barrio”, añade el especialista que tiene estudios de posgrado en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Otro problema, dice, es la manera en que se gestiona el gasto en movilidad basado en la idea errónea de que » más carriles y más coches son el progreso». Soní Solchaga comenta que la inversión desproporcionada en infraestructura vehicular generó una demanda inducida, es decir, que al construir infraestructura (como un segundo piso o un deprimido vehicular), se provocó que más gente usara el vehículo: “El deprimido de Mixcoac solo logró mover la zona de congestionamiento tres o cuatro kilómetros a un costo altísimo”. Solchaga advierte que, si bien se están construyendo líneas de transporte público en el oriente (Trolebús elevado), estas serán insuficientes desde el inicio debido a la alta densidad poblacional de municipios como Chimalhuacán o Valle de Chalco, que suman millones de habitantes con empleos concentrados en otras áreas. El tráfico en la CDMX es un «problema muy complejo» y la clave para resolverlo a largo plazo implica cambiar radicalmente el enfoque en políticas públicas. «La respuesta al tráfico pasa por entender que una buena política de movilidad te lleva a una buena política de vivienda y una buena política de vivienda parte de tener una buena política de suelo», dice.

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