Nueve mujeres han conformado un Consejo Verde para impulsar en el Congreso de la Unión una agenda medioambiental, financiar acciones urgentes contra el cambio climático y la escasez de agua, y proteger a las personas defensoras del medio ambiente y el territorio. Su misión es más que ambiciosa. Desde sus trincheras, sea el activismo, la política o las organizaciones civiles, apuestan a atender los problemas climáticos desatendidos desde hace años. El logo de este Consejo Verde es el de una mujer con el mundo sobre sus hombros.

“Esto es algo que debió haber empezado a suceder hace 20 años. Con todas las medidas que debemos o deberíamos de haber empezado a hacer y a adoptar, vamos 20 años tarde”, reconoce Laura Ballesteros, senadora de la República y cabeza del Consejo. Esa claridad sobre el tamaño del reto que están dispuestas a sortear no las apabulla. Es el motor que las impulsa a actuar y no pretenden hacerlo solas. Su objetivo es construir un consenso nacional, un Acuerdo Verde que nazca en el Senado y en la Cámara de Diputados e incluya a gobiernos y al sector privado. “No podemos esperar más tiempo. La emergencia climática nos habla de que tendríamos que haber empezado hace 20 años, pero ya que no lo hemos hecho de manera decisiva, necesitamos ahora sí empezar a actuar”, subraya Gabriela Alarcón, gerente de Política Climática desde Iniciativa Climática de México. Este órgano se creó el 18 de enero de 2024 y no buscaba que fuera de puras mujeres, solo pedía reunir las “voces más acreditadas del país en materia de acción climática”, explica la legisladora Ballesteros. Pero en el camino se encontraron con que la mayoría de esas voces reconocidas son mujeres decididas a diseñar la política ambiental y climática “más ambiciosa”.

Somos mujeres que llevamos mucho tiempo trabajando en estas agendas y por eso estamos aquí”,

Otro de sus retos es lograr que esta agenda no quede en el papel, sino que se apruebe en el Congreso a través de un bloque climático que reúna a legisladores de diferentes partidos dispuestos a apoyar la causa más allá de los intereses políticos y colores que representan. “Creo que llevamos varios años en donde este tema ha estado abandonado prácticamente. Entonces, sí hay que retomar las facultades del Poder Legislativo», explica Gabriela Niño, especialista en finanzas y financiamiento sustentable. Además de ser expertas en la materia, las mujeres también sufren de manera diferenciada los impactos del cambio climático. De acuerdo con la ONU, 80% de las personas desplazadas por el cambio climático son mujeres. Las agresiones a personas defensoras del medio ambiente han ido en aumento. El informe anual del CEMDA documentó en 2022 al menos 197 eventos de agresión. Ese año fue el más violento con las y los defensores y el tercer año más letal, con 24 personas asesinadas.

Los técnicos van a trabajar el proyecto desde todas sus trincheras y los políticos van a poner sus votos”,

De las agresiones letales, 22 fueron contra hombres y dos contra mujeres y en 16 casos las víctimas pertenecían a alguna comunidad indígena. El Consejo Verde también representa la construcción de un espacio para la voz y trabajo de las mujeres y busca que las estrategias ante este fenómeno se implementen sin ampliar las brechas de desigualdad existentes. Este órgano reunirá a más personas expertas para diseñar un documento técnico en materia de agua, financiamiento climático, gobernanza climática y defensa del medio ambiente y del territorio. La estrategia es que la senadora Ballesteros y la bancada de Movimiento Ciudadano presenten ante el Congreso una serie de propuestas legislativas derivadas del trabajo técnico del Consejo y lograr la despartidización de su dictaminación y asegurar su continuación en las siguientes legislaturas. De esta manera, confía, se evitará perder el tiempo en debates entre partidos que no llegan a consensos, o en propuestas que son más políticas que eficaces ante el cambio climático.

Confiamos en que ésta va a ser una iniciativa que tenga permanencia más allá de legislaturas»,

“Es muy ambicioso, pero esa es la única manera en que podemos nosotros visionar para poder conectar el trabajo de manera plural, que se traduzca en votos, y que tenga una continuidad en las siguientes legislaturas”, agrega. Una de las primeras acciones del Consejo Verde fue la organización de un Parlamento Climático en las cámaras de Diputados y Senadores, con personas expertas en distintas áreas relacionadas con el medio ambiente. La apuesta es modificar el marco regulatorio y dar mayores pasos para que México cumpla sus metas medioambientales, las cuales quedarán cortas en 2030, consideran. “Hay que actualizar la legislación de cambio climático, y todas las que van de la mano, para incluir estas metas de reducción de emisiones que tiene México, que son compromisos internacionales. La primera parada para medir si realmente lo estamos logrando es el 2030 y no vamos a estar ni cerca de cumplir nuestras metas”, señala Alarcón.

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