Cristian, de 20 años, corrió a la estación Zócalo por encargo de su jefa para comprar algunos ejemplares de los últimos boletos que se imprimirán del Metro de la Ciudad de México. “No sabía que era el último que va a sacar el Metro, ahorita le pregunté a la taquillera», cuenta el joven quien es una de las pocas personas que no quisieron pasar desapercibida el inicio de la venta de este cartoncillo. Al final, decidió comprar también uno para él de recuerdo. Sin embargo, el entusiasmo por el último tiraje del boleto magnético pasó desapercibido para muchos otros capitalinos, en el que será el adiós definitivo para este pedazo de cartón con valor de un viaje que ha movido a millones de personas por 54 años.

La mañana de este lunes se comenzaron a vender en las taquillas de las Líneas 2 y 3 –las únicas donde aún se puede acceder con boleto- una edición final de color característico del llamado “gusano naranja”, los cuales llevan impreso el logo del Metro diseñado por Lance Wyman y la leyenda “LF-I 1969-2023”. Juan Antonio Martínez cuenta que estos últimos boletos le recuerdan a aquellos que compraba 53 años atrás, cuando llegó a vivir al entonces Departamento del Distrito Federal y el Metro contaba sólo con parte de las Líneas 1 y 2. “Antes tenías que tomar dos o tres, cuatro camiones, era de a peso, pero en el Metro te podías mover mucho más en las dos líneas que había”, dice en entrevista con Expansión Política. Mientras la gran mayoría de los usuarios se apresuraron para recargar sus tarjetas de Movilidad Integrada en las taquillas o sólo compraron un boleto para usarlo de inmediato en estaciones como Indios Verdes, Tlatelolco, Bellas Artes e Hidalgo, Juan Antonio adquirió en la estación Zócalo una tira de cinco boletos que planea enmarcar para conservarla para las próximas generaciones. El hombre recuerda con nostalgia aquellos primeros años del Metro, cuando afirma había bancas en algunos andenes y las aglomeraciones no eran rutina diaria como ahora. “Los vagones pasaban cada minuto y medio, de iba este y ya estaba llegando el otro, por eso no había acumulación de gente. Ahora se tarda más, era mejor antes que ahora, ahora es un desastre”, comenta. Aunque se muestra inconforme con el tiempo que han llevado cerradas las Líneas 1 y 12 –la primera su remodelación y la segunda por el colapso ocurrido en mayo de 2021–, Juan Antonio considera positivo el adiós al boleto magnético por ser la tarjeta una opción más práctica.

Para Cristian, la tarjeta de Movilidad Integrada su medio preferido para pagar, pese a que las extravía fácilmente. “Por un lado me parece bien la tarjeta porque ya también se va a poder (recargar) con el celular también, aunque yo pierdo las tarjetas, he tenido como 10”, cuenta el joven. Cristian cuenta que el ejemplar del último boleto que se imprimirá se unirá a otro ejemplar que guarda con cariño, una edición especial por el 45 aniversario del Colegio de Bachilleres que salió en 2018. “El boleto del Bacho, me tardé muchísimo para encontrarlo, lo busqué por todos lados y ya tengo uno guardado. Fui como a siete estaciones y no lo encontraba, es un recuerdo muy especial porque en ese momento iba en la prepa y estudiaba en el Colegio de Bachilleres”, dice el joven. El último tiraje del boleto del Metro consta de 14 millones de ejemplares que comenzaron a venderse este 29 de enero en las estaciones de las Líneas 2 y 3 y al agotarse, se dará paso a la tarjeta de Movilidad Integrada como único medio de acceso. Al terminarse cada uno de estos boletos edición especial, ya no habrá más impresión de cartoncillos para ingresar al Metro.

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