Deshacerse de la basura tiene costos económicos y medioambientales para la Ciudad de México. En 2023, el Gobierno capitalino destinó 444.3 millones de pesos para desechar desperdicios en rellenos sanitarios en entidades vecinas, según datos de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema). Para hacer frente a la problemática, la jefa de Gobierno capitalina, Clara Brugada, lanzó una estrategia con la meta de reducir en un 50% la cantidad de desechos que terminan en vertederos.

El plan se concentra en dos vías. La primera consiste en una inversión de 405 millones de pesos como parte del programa ‘Ciudad Circular, Basura Cero’ para instalar nuevas plantas y ampliar la capacidad de las ya existentes para dar un nuevo uso a los desechos orgánicos e inorgánicos. La segunda, a través de una intensa campaña de separación de residuos llamada ‘Transforma tu Ciudad, Cada Basura en su Lugar’. El Gobierno capitalino señala que cada día recibe 8,500 toneladas de residuos sólidos , de los cuales apenas el 15% son separados y aproximadamente el 80% termina en rellenos sanitarios.

Revalorizar los residuos en CDMX Para dar un nuevo destino a las toneladas de
residuos orgánicos que se producen en la Ciudad de México al día, el Gobierno capitalino anunció obras clave como la modernización de Plan de Bordo Poniente, la instalación de módulos de carbonización hidrotermal para producir fertilizantes y carbono y nuevas plantas de composta. Mientras para reutilizar 1,888 toneladas de
residuos inorgánicos –la mitad de las toneladas producidas a diario en la ciudad– se planea ampliar la infraestructura para selección de desechos inorgánicos y dos plantas de selección adicionales a las ya existentes. También se prevé la instalación de una planta para transformar llantas en impermeabilizantes y mezclas con asfalto, para dar un segundo uso a las 250,000 llantas que cada año llegan a centros de transferencia. Para la investigadora Alethia Vázquez Morrillas, doctora en Ciencias e Ingeniería Ambiental, la estrategia presentada por la jefa de Gobierno es adecuada, pues en el caso de la Planta del Bordo Poniente era necesario desde hace tiempo ampliar su capacidad. “Ahora nuestra única alternativa es la Planta de Bordo Poniente que está rebasada y se necesita una fuerte inversión en su modernización, mantenimiento, gastos operativos”, señala. Mientras las nuevas plantas de composta que se proyectan instalar en alcaldías del sur de la ciudad permitirán descentralizar el procesamiento de residuos orgánicos. “Permitiría optimizar el traslado de los residuos. La Planta Bordo Poniente está detrás del Aeropuerto (Internacional de la Ciudad de México), entonces con los residuos que se generan en alcaldías que están lejos se vuelve poco práctico su traslado”, apunta la profesora-investigadora en el Departamento de Energía de la UAM Azcapotzalco.

Separación de basura Uno de los elementos clave para aumentar la capacidad de revaloración de residuos será la correcta separación de la basura, pues aunque las plantas operan bien, su capacidad de recuperar los materiales reciclables es limitada porque llegan mezclados con residuos orgánicos. La estrategia ‘Transforma tu Ciudad, Cada Basura en su Lugar’, con la que será obligatoria la separación de los residuos a partir del 1 de enero de 2026, establece una campaña masiva de comunicación para sensibilizar a la ciudadanía; la intervención educativa y de cultura ambiental en escuelas, comunidades y espacios públicos, así como la coordinación permanente con las alcaldías y trabajadores de limpia para garantizar la recolección diferenciada y eficiente. La investigadora Vázquez Morrillas considera que un elemento clave es educar a la ciudadanía, lograr acuerdos con los sindicatos de trabajadores de limpia y voluntad política, pues el servicio de recolección de basura en las colonias está a cargo de las alcaldías. “La recolección de residuos en la ciudad es responsabilidad de las alcaldías y en este sentido no ha habido esfuerzos homologados, hay alcaldías donde se ha mantenido cierto nivel de separación de residuos y otras donde prácticamente se ha abandonado”, explica la académica de la UAM. Además para 2026 el Gobierno de la ciudad destinará 250 millones de pesos para comprar nuevos vehículos de recolección de basura, en un esquema donde por cada vehículo nuevo comprado por una alcaldía, el Gobierno central va a adquirir uno más y se tendrán días de recolección diferenciados. -Residuos orgánicos: martes, jueves y sábado -Residuos inorgánicos reciclables: lunes y miércoles -Inorgánicos no reciclables: viernes y domingo La investigadora Vázquez Morrillas considera que un elemento clave es educar a la ciudadanía, lograr acuerdos con los sindicatos de trabajadores de limpia y voluntad política, pues el servicio de recolección de basura en las colonias está a cargo de las alcaldías. “La recolección de residuos en la ciudad es responsabilidad de las alcaldías y en este sentido no ha habido esfuerzos homologados, hay alcaldías donde se ha mantenido cierto nivel de separación de residuos y otras donde prácticamente se ha abandonado”, explica la académica de la UAM.

Pedimos que no se use la incineración de residuos de ningún tipo porque en lugar de ser benéfico es contraproducente para el medio ambiente.

El costo ambiental La estrategia presentada por Clara Brugada para reducir los residuos en un 50% para 2030 en la Ciudad de México está basada en medidas de transformación y revalorización de la basura que también tienen un costo para el medio ambiente. Alethia Vázquez Morrillas, doctora en Ciencias e Ingeniería Ambiental por la UAM, señala que transportar los residuos al Estado de México o a Morelos genera gases de efecto invernadero tanto porque se usan combustibles para el traslado y porque cuando ya están depositados ahí se convierten en lo que conocemos como pasivos ambientales. Por su parte, Viridiana Lázaro, campañista de Océanos para Greenpeace, señala que ejemplo de ello son los 10 módulos de carbonización hidrotermal que se proyectan instalar en la Planta Bordo Poniente. “(La carbonización hidrotermal) es un proceso termoquímico que transforma los residuos orgánicos en carbón, pero para que esto suceda es un proceso en el que se emiten gases de efecto invernadero e incluso también metano que es 86 veces más potente que el dióxido de carbono», señala a Expansión Política. Para la activista, es necesario reducir la basura desde el proceso de producción y uno de los objetivos principales que debe ser legislado a nivel federal es la prohibición de los plásticos de un solo uso. “Si de verdad se quiere producir una economía circular se tiene que reducir desde el origen: que haya un cambio de diseño, que se opte por productos a granel, que todas estas empresas que producen plásticos se hagan cargo de sus residuos y que como consumidores podamos tener opciones que no generen plásticos de un solo uso”, indica Lázaro. Por eso Greenpeace junto a organizaciones como Poder del Consumidor, Red Mexicana de Acción, entre otras, interpusieron y ganaron hace un año un amparo para que el Legislativo federal prohíba los plásticos de un solo uso.

]]>