Aaron Rodgers tuvo exactamente la actuación que los Jets de Nueva York vislumbraban el año pasado, cuando lo adquirieron.
El quarterback estelar lució sereno y dominante el jueves, al conducir a los Jets hacia una paliza de 24-3 sobre los Patriots de Nueva Inglaterra.
Fue una reaparición feliz en casa para Rodgers, quien advirtió que apenas empieza a sentirse él mismo.
Si eso es cierto, los rivales deberán cuidarse.
“Hemos estado mejorando, pero eso no ha sido suficiente para la gente que está fuera”, dijo Rodgers después del partido. “Así, se siente bien tener una actuación como la de esta noche. No sé con cuántas yardas finalizamos”.
Los Jets acumularon 400, así como 27 primeros y 10. Dominaron a los Patriots, en el primer partido como local por parte de Nueva York, donde todas las piezas encajaron.
Bueno, casi todas.
Entre lo poco que no salió bien figuró una celebración junto a la línea de banda entre Rodgers y el entrenador Robert Saleh, después de que un touchdown de Breece Hall colocó a Nueva York arriba por 14-0 en el segundo cuarto. El mariscal de campo intercambió una palmada con Saleh, quien luego buscó abrazarlo.
Rodgers le dio un ligero empujón y se alejó.
“Él no suele abrazar a los demás, así que no sabía que buscaría abrazarme”, relató Rodgers. “Le gusta también un empujón en el pecho con las dos manos, pero habla mucho de tomar ventaja de dos anotaciones, así que creo que simplemente lo empujé y le dije: ‘ventaja de dos anotaciones’. Eso fue lo que ocurrió”.
Ambos tendrán oportunidad de practicar más los festejos si Rodgers y la ofensiva siguen jugando como lo hicieron el jueves.
Rodgers, de 40 años, lució ágil. Frecuentemente realizó jugadas con las piernas, e hizo que todos se olvidaran de la ruptura en el tendón de Aquiles que puso fin a su campaña el año pasado después de apenas cuatro jugadas.
“No voy a mentir, la primera vez que corrió comencé casi a reírme en mi mente, pensando que él estaba loco”, comentó Hall. “Cuarenta años y con el tendón de Aquiles bien. Fue bueno verlo correr”.
Y el brazo de Rodgers estuvo incluso mejor. Tuvo precisión quirúrgica en varios envíos, completando 27 de 35 para 281 yardas y un touchdown.
La presión al quarterback contrario. Después de que los Jets perdieron a Jermaine Johnson por toda la campaña debido a una ruptura del tendón de Aquiles, había preocupaciones en este rubro.
Y éstas se agravaron ante el hecho de que Haason Reddick no juega por una disputa contractual. Pero los Jets realizaron 14 capturas, incluidas cinco de Will McDonald, en los tres partidos de la campaña.
Manejo de reloj por parte de Rodgers. El quarterback nombrado cuatro veces el Jugador Más Valioso de la NFL siempre ha gustado de agotarse prácticamente el reloj antes de cada jugada para analizar el esquema defensivo.
Saleh dice que ése es uno de los “superpoderes” de Rodgers. Pero el mariscal de campo se ha excedido un par de veces en la campaña.
El estratega tuvo que pedir dos pausas en el comienzo de la segunda mitad ante los Patriots para evitar sanciones por retraso de juego. Lo mismo pasó la semana pasada, ante Tennessee.
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