El presidente francés Emmanuel Macron prometió nadar en el río Sena tras su limpieza para los Juegos Olímpicos de París al realizar el jueves una inspección a la villa que albergará a los deportistas durante las justas.
Macron destacó la reducción de los niveles de contaminación en el Sena como uno de los legados positivos a largo plazo que dejarán los Juegos. Mencionó la “extraordinaria” inversión pública para que el río — en el nadie se baña desde 1923 — tenga las condiciones de salubridad adecuadas para volver a nadar.
Cuando un periodista le preguntó si se bañaría en el mismo, Macron replicó: Yo, sí, me lanzo».
Pero declinó dar una fecha precisa.
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“No te daré una fecha: está el riesgo que estarás ahí”, dijo.
Sin importar si nada o no, la visita de Macron a la futura Villa Olímpica sirvió para mostrar cómo los Juegos de París 2024 están transformado las zonas pobres de los suburbios de la capital francesa.
Respetuosa del medio ambiente, la villa ha creado 2.000 plazas de empleo, con 1.136 para residentes locales. Costó alrededor de 2.000 millones de euros (2.200 millones de dólares), en su mayoría de inversionistas de bienes raíces, pero también se inyectaron 646 millones de euros (700 millones de dólares.
La empresa constructora Solideo transfirió el jueves la villa a los organizadores de París, con la entrega simbólica de una llave ante la presencia de Macron.
“Es un gran día”, dijo Macron. “Es una demostración de que Francia es una nación de constructores”.
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