Claudia Sheinbaum anunció que realizará una pausa en su actividad partidista para dar paso a la responsabilidad más grande que ha tenido en la administración pública: ser presidenta de México y gobernar para 130 millones de habitantes. En el teatro Metropólitan de la Ciudad de México, la presidenta electa se desprendió, de manera simbólica, de la bandera morenista y ofreció gobernar sin distinciones, pero antes lanzó un reconocimiento al movimiento político del que ella fue fundadora y que en 2024 la llevó a la Presidencia.
“Tenemos un movimiento extraordinario”, dijo mientras veía de frente a las dos primeras filas del auditorio en donde estaban sentados integrantes de su gabinete y gobernadores emanados de Morena. Vestida de blanco y de pie, Sheinbaum emitió un discurso con el que se despidió de la aspirante, candidata y virtual presidenta electa, cargos que la acompañaron por los últimos meses. La constancia de mayoría que le emitió el Tribunal Electoral de Justicia de la Federación (TEPJF) y que la reconoce como la presidenta número 66 de México fue el motivo para que Sheinbaum anunciara una pausa a su actividad como política. “Ya no me corresponderá a partir del día de hoy referirme a nuestro movimiento, a nuestro partido en particular. Dejo de representar a una parte de la sociedad y represento a partir de hoy a todas y todos los mexicanos”, aseguró. Algo similar hizo Andrés Manuel López Obrador cuando llegó al gobierno de México. El fundador de Morena pidió licencia para separarse de su actividad partidista y así sólo dedicarse a gobernar, lo cual no es reconocido por sus adversarios políticos, quienes vieron en él un candidato permanente. A más de 40 días que tome posesión, Sheinbaum lanzó una sugerencia a Morena para que el partido convoque a un Congreso Nacional para modificar estatutos y elegir a su próximo presidente o presidenta, porque en México, es tiempo de mujeres. “Sería pertinente, ya ven que todo hacemos de frente, convocar a un Congreso de nuestro partido en este mes de septiembre. Pienso yo, es sólo una sugerencia que se actualicen nuestros documentos básicos, nuestros estatutos y que se pueda trazar una ruta clara que separe el partido y la labor del gobierno en el proceso de transformación”, planteó. “Dar línea” a Morena y a los legisladores no es nuevo. El presidente Andrés Manuel López Obrador lo hizo durante su gobierno: desde la mañanera sugería qué y cómo votar, qué frenar, qué método elegir para definir a un candidato, qué hacer con los perdedores… Además de esa sugerencia, Sheinbaum convocó a sus correlegionarios a mantenerse unidos ahora que López Obrador está por terminar su sexenio y dejar la actividad pública. “En muy poco deja y cierra su ciclo el mejor presidente Andrés Manuel López Obrador. Siempre vamos a guardar su legado de este gran dirigente y de este gran presidente. Pero nos toca seguir unidos, seguir construyendo, porque nos debemos al pueblo de México”, convocó.
No habrá crítica a AMLO
Respecto del trabajo realizado por López Obrador, Sheinbaum lo calificó como un «legado»; ofreció no criticarlo y nunca deslindarse del hombre que hace casi un año le entregó el bastón de mando para que fuera ella quien condujera el movimiento político. “Nuestros adversarios se molestan cuando hablo de Andrés Manuel López Obrador. Piensan que me afecta cuando repiten sus insultos cargados de misoginia. Lo que quisieran es que hubiera un deslinde, que marcara diferencia, que lo criticara. No lo voy a hacer. Primero nunca. Primero, porque para mí ha sido, es y será un honor estar con Obrador”, subrayó. En las butacas del Metropólitan, este jueves no hubo personas coreando la letra de un éxito musical, sino simpatizantes morenistas que gritaron consignas de apoyo a quien será la primera mujer en la presidencia. La ceremonia en el teatro sirvió para agradecerle a López Obrador en repetidas ocasiones, 14 minutos de su discurso, según se pudo contabilizar, los dedicó a reconocer a López Obrador.
]]>
Comentarios recientes