A Bill James se le señala sin protesta como el padre de la sabermetría, ese lenguaje de medición de rendimiento que revolucionó tanto el béisbol como para sacar del negocio o arrinconar a todo el que no lo ha querido asimilar. A Billy Beanne se le otorga el mérito de ser primer ejecutivo que aplicó esos principios con los Atléticos de principio de siglo y allí demostró que se puede competir con presupuestos modestos. 

La historia se cuenta incompleta si no se menciona la figura de Paul DePodesta, personificado por Jonah Hill en la película Moneyball como asistente de Brad Pitt (Beane). Con lentes grandes y perfil de genio matemático, convenció al ejecutivo de que había vida más allá de los millones de la agencia libre. Allí se comenzó a escribir los códigos sabermétricos que el resto de la MLB asumió.

Pitt dirigió y protagonizó el film tras leer el best seller de igual nombre -escrito por Michael Lewis– y lo hizo con tanto éxito que le mereció seis nominaciones al Oscar 2012 y recaudó 110 millones en taquillas en los Estados Unidos (el presupuesto fue de 50 MM).

Tanto el libro como la película impactaron como pocos en los mimbres del béisbol de hoy.

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Colorado Rockies, el hazmerreír de las Grandes Ligas las últimas dos temporadas, acaba de entregar a DePodesta, de 52 años, la tarea de sacarlo de una pesadilla de noche de invierno. El equipo de Denver ha perdido 220 de los 324 partidos (68 %) de los últimos dos cursos, incluyendo 119 con apenas 43 triunfos en 2025. Aun así, por el Coors Field pasaron 2.4 millones de fanáticos la zafra pasada. 

Perfil técnico

DePodesta, graduado de Harvard en economía, sedujo a Frank McCourt, ex dueño de los Dodgers, para entregarle la gerencia entre 2004 y 2005, donde intentó aplicar las mismas ideas con resultados mixtos, en parte por la resistencia interna a un enfoque tan innovador. Luego trabajó en funciones ejecutivas con los Mets y los Padres antes de saltar al fútbol americano en 2016, contratado por los Cleveland Browns como jefe de estrategia.

En Cleveland, DePodesta aplicó los principios analíticos al reclutamiento de jugadores y la gestión del tope salarial, ayudó a construir una plantilla que llevó a los Browns de la mediocridad a su primera victoria en playoffs en casi tres décadas. Su éxito reforzó la idea de que la analítica puede trascender.

DePodesta enfrenta uno de los desafíos más complejos del béisbol: reconstruir una franquicia que ha batallado por competir en la exigente División Oeste de la Liga Nacional y que juega en el estadio más difícil para los lanzadores, el Coors Field