El presidente Andrés Manuel López Obrador presentó este lunes un paquete de reformas en las que busca reeditar su llamado “Plan B” de la reforma electoral, una propuesta que presentó en 2022 y que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) echó para atrás por vicios legislativos. En el Recinto Parlamentario de Palacio Nacional , el Ejecutivo Federal desglosó el contenido de la reforma para que se analice, debata y, en su caso, se apruebe, dijo, en beneficio de la mayoría del pueblo.
“La esencia es reencauzar la vida pública por la senda de la libertad, la justicia y la democracia”, acotó en el evento donde estuvo acompañado de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, así como de integrantes de su gabinete legal y ampliado. La reforma electoral que AMLO propone, incluye lo siguiente: -Reducción de los gastos destinados a campañas y a partidos políticos. -Disminuir el número de regidores en gobiernos municipales. -Evitar el uso de excesivas estructuras burocráticas electorales. -Eliminar las candidaturas plurinominales. -El Congreso de la Unión se integrará por 300 diputados y no por 500. -El Senado se conformará por 64 y no con 128 legisladores como ocurre actualmente. -Los consejeros y magistrados de los organismos electorales serán electos por el voto libre, directo y secreto de todos los ciudadanos. -Se fortalecerá la democracia participativa con la reducción del 40% al 30% de participantes en consultas populares y revocación de mandato para hacerlas válidas, efectivas y vinculatorias «La iniciativa de reforma electoral que hoy se entregará al Congreso, contempla la reducción de gastos destinados a campañas y partidos políticos, la disminución del número de regidores en gobiernos municipales, el que se quite el uso de excesivas burocracias electorales y eliminar las candidaturas plurinominales», se resume en la Síntesis de Exposición de Iniciativas Reformas Constitucionales.
Reedición del Plan B En abril de 2022, el Ejecutivo Federal presentó oficialmente su iniciativa de reforma electoral conocida como “Plan B”, con la que, argumentó, buscaría instaurar una democracia limpia, así como evitar “más fraudes” en el país. Esa reforma contemplaba: -Reducir el financiamiento a los partidos políticos. -Eliminar 200 diputados federales y 32 senadores plurinominales, ahora se propone reducir de 128 a 64 senadores, es decir, dejar sólo la mitad. -Elección mediante el voto ciudadano de consejeros electorales. -Transformar al Instituto Nacional Electoral (INE) en el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas, lo que se reitera en esta reforma 2024. -Restar facultades del INE en materia de capacitación, organización y fiscalización. -Reducir de 11 a siete el número de consejeros electorales. -Compactar la estructura del INE, esto es, eliminar, entre otros, al Servicio Profesional Electoral Nacional (SPEN). -Eliminar a los Organismos Públicos Locales (Oples). -Disminución de diputados locales. Para que esta reforma sea aprobada, el presidente requiere del apoyo en el Congreso de dos terceras partes de los legisladores, algo con lo que no cuenta en este momento. Para lograrlo, en la Cámara de Diputados, el presidente y aliados cuentan con 273 votos, pero requieren 334 de los 500 legisladores que componen ese cuerpo legislativo. En el Senado, los partidos de la llamada 4T sólo tienen 71 de los 84 votos que se necesitan para lograr dos terceras partes y conseguir la aprobación calificada.
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