Bajo el argumento de que las Fuerzas Armadas cumplen como nunca sus cinco misiones, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha empoderado a los militares con más dinero y más facultades. Desde 2007, se han firmado 258 acuerdos y convenios para la transferencia de facultades y recursos entre autoridades civiles y militares, sin embargo, es el gobierno que está por concluir cuando se han celebrado al menos 94 (36% del total). De acuerdo con el informe Inventario Nacional de lo Militarizado , elaborado por el Programa de Política de Drogas, México Unido Contra la Delincuencia e Intersecta, la Secretaría de la Defensa Nacional a cargo de Luis Cresencio Sandoval es la “gran ganadora” de los acuerdos.
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“De los 258 registros que incluye el Inventario, Sedena recibe la transferencia de presupuesto o funciones civiles en 207 de ellos. Esto es, de cada 10 convenios y acuerdos registrados en el Inventario, en ocho Sedena es la institución que se beneficia de la transferencia ”, explica el reporte. La suscripción de acuerdos entre autoridades civiles y militares, no solo incluye el “traspaso” de funciones, sino también de recursos. El reporte sólo pudo determinar cuántos recuros se transfirieron a las Fuerzas Armadas en la mitad de los más de 250 convenios. La cifra es alta: más de 36,000 millones de pesos. La mayor parte de los recursos se dieron por un convenio que suscribieron civiles en 2021, entre la Sedena, la Semarnat y el gobierno de Nuevo León, por 10,444 millones de pesos. Ese acuerdo se dio para que las Fuerzas Armadas construyeran un acueducto para el abastecimiento de agua potable en Nuevo León, entidad que enfrentó graves problemas de escasez. “De este monto, Semarnat puso 4,743 millones de pesos (el 45%) y el gobierno de Nuevo León puso 5,700 millones de pesos (el 55%)”, refiere el reporte. Otros de los convenios de más recursos, fue por 3,274 millones de pesos en el que el Aeropuerto de la Ciudad de México se comprometió a transferir recursos a la Sedena y la Semar para la reubicación de instalaciones militares dentro la terminal aérea y otro entre la Sedena y el Banco de Bienestar, en el que se transfirieron 2,941 millones de pesos por la construcción de más sucursales, uno de los proyectos del presidente López Obrador.
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Más allá de la seguridad Cuando se piensa en militarización, suele creerse que las Fuerzas Armadas hacen tareas de seguridad pública. Sin embargo, no es así. Desde el gobierno de Felipe Calderón se fueron dando a los militares más tareas de civiles, pero no solo fue el gobierno federal, también el estatal y el municipal. “De los convenios y acuerdos que firman las Fuerzas Armadas, el 48.5% es con instituciones federales, mientras que 49.6% de las transferencias son realizadas por autoridades estatales. Una minoría – 1.9%– es con municipios”, explica el informe. El 49% de los convenios y acuerdos son sobre seguridad pública, pero el 51% son sobre funciones que se relacionan con la obra pública, la protección civil, la protección del ambiente, la política social y la salud. En el gobierno de López Obrador, a los militares se les dieron tareas como: · Construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. · Edificación de 2,700 sucursales del Banco del Bienestar. · Tramo 1, 6 y 7 del Tren Maya. · Construcción del Aeropuerto de Tulum. · Administración del aeropuerto en Chetumal y el de Palenque, Chiapas. · Remodelación de 32 hospitales que fueron abandonados por sexenios anteriores. · Apoyo en la atención a la emergencia de Covid-19. · Traslado de vacunas Covid-19. · Combate al robo de hidrocarburos (huachicol). · Vigilancia de la frontera norte y sur para el control migratorio. · Construcción de cuarteles para la Guardia Nacional. · Apoyo al programa Sembrando Vida. · Vigilancia a la entrega de recursos de programas sociales. · Entrega de libros de texto gratuito. · Traslado de mercancía decomisada a comunidades pobres a través del «Tianguis del Bienestar». · Administración y control de aduanas marítimas y terrestres. · Administración de Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. · Limpieza del sargazo en Quintana Roo. · Custodia de pipas de Pemex. · Entrega de medicamentos. “En cuanto a las dependencias federales, los datos muestran que casi 8 de cada 10 convenios no se relacionan con seguridad pública. A nivel federal, el tipo de transferencia más frecuente es la de obra pública. En contraste, a nivel estatal, la mayoría de estos convenios sí transfiere funciones en materia de seguridad pública a instituciones militares –el 68%–“, alerta el reporte.
¿Por qué es un problema la militarización? Porque va en contra de la Constitución. El artículo 129 de la Constitución establece que “en tiempo de paz, ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan exacta conexión con la disciplina militar”, sin embargo, las Fuerzas Armadas realizan decenas de tareas de civiles. “La transferencia de funciones y de presupuesto civil que está ocurriendo se sale de los parámetros actualmente establecidos en la Constitución”, dice uno de los argumentos del informe. Otro de los elementos es que entre más funciones tienen las Fuerzas Armadas, más funciones “están exceptuadas del régimen de «derechos, justicia, transparencia, rendición de cuentas y democracia”. Aunado a ello, la evidencia ha demostrado que el desempeño de las Fuerzas Armadas no es superior al de otras instituciones civiles. “En concreto, la evidencia de años muestra que en labores de seguridad pública las fuerzas armadas no solo no han logrado contener la violencia, sino que han contribuido a su exacerbación, tanto de manera directa como indirecta”, sostiene el informe.
¿Qué dice AMLO? Cuando al presidente López Obrador se le habla de militarización, él lo rechaza. Asegura que las Fuerzas Armadas hacen exclusivamente lo que le confieren sus cinco misiones básicas: 1. Defender la integridad, la independencia y la soberanía de la nación. 2. Garantizar la seguridad interior, cuyo antecedente se encuentra en el movimiento de Independencia, en especial, en la Constitución de Apatzingán la cual estableció como propósito organizar a los ejércitos y milicias nacionales para asegurar la tranquilidad en el territorio nacional. 3. Auxiliar a la población civil en casos de necesidades públicas como con la aplicación de programas de alfabetización, reforestación, abastecimiento de agua potable, entrega de libros de texto gratuitos y atención médica. 4. Realizar acciones cívicas y obras sociales para el progreso del país. 5. Implemetar el el Plan DN-III, es decir, la intervención del Ejército y la Fuerza Aérea en casos de desastres para ayudar a damnificados y reconstruir las zonas afectadas. “Es importante también señalar que, pese a lo que sostienen nuestros adversarios, por lo general los conservadores, la mayor participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad no implica ni autoritarismo ni militarización como suelen decir del país. Por el contrario, ha quedado demostrado que la sociedad se siente más segura y protegida con el cumplimiento de esta misión por parte del Ejército; es decir, la gente percibe que el soldado es pueblo uniformado, proviene del México profundo y mantiene, como la mayoría de los mexicanos, una gran reserva de valores culturales, morales y espirituales”,
afirmó el día del Ejército mexicano .
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