El campeonato de béisbol, su calendario de juego era respetado por los miembros de los equipos que conforman la entidad y ni hablar de los fanáticos que respaldan con fe ciega su desarrollo, a pesar de que ha bajado la calidad competitiva de la Lidom.
Sin embargo, por unos dólares más, la Liga Dominicana de Béisbol, rompe la secuencia de juegos del calendario oficial y este fin de semana los Tigres del Licey y las Águilas Cibaeñas estarán en New York para un juego de exhibición el domingo en el City Field y las Estrellas Orientales se irán de ronda por Miami viernes y sábado en una serie con Venezuela y Puerto Rico que el único móvil que tiene es conseguir unos dolaritos.
No juguemos con la fidelidad del fanático de la pelota, porque con el mismo amor que le han dispensado al espectáculo desde 1951, con esa misma velocidad le pueden subir los vidrios.
No tengo dudas que hoy a través de las redes sociales (Instagram y X) alguien me recordará que el béisbol es un negocio donde los sentimientos llegan hasta un punto.
Y eso es cierto, es un negocio, pero los empresarios de la Lidom deben saber que el béisbol es el único lugar en la vida, donde un sacrificio es verdaderamente apreciado y como sentenció José-José, el catedrático de la bohemia “hasta la belleza cansa”.
EL RECLAMO DE MADDUX: La grandeza del maestro del control Greg Maddux, se puede medir con este reclamo cuando estaba en los últimos días de su brillante carrera, en la primera entrada del juego que estaba lanzando, el árbitro no le concedía las esquinas del plato.
Al sacar el tercer out de ese inning, Maddux, quien no se caracterizaba por discutir con los jueces, en lugar de irse al dugout, se encaminó al pentágono y más o menos le dijo al umpire: “Señor, usted sabe que mi edad no me permite desvelarme y me tengo que acostar temprano, así que hágame el favor de marcarme las esquinas como buenas”.
A partir de ese momento todos los lanzamientos de ese tipo fueron “strikes” y Maddux y todos se fueron a dormir temprano.
Hablando la gente se entiende Fernando Tatis, Miguel Sanó, Gilbert Gómez y Radhamés Liz.
1973: Bob Stinson, de los Leones del Escogido, disparó jonrón con Fernando Tatis I en circulación en el octavo episodio para derrotar al Licey 2-1. Elías Sosa ponchó 8 en 9 entradas y Jesús Alou por el Licey bateó de 4-3.
1982: Rafael «El Gallo» Batista, en el sexto episodio en un encuentro de Estrellas y Licey, le disparó a Silvio Martínez su jonrón 40 de por vida.
1988: Balbino Gálvez, de los Tigres del Licey, lanzó blanqueada de dos hits a los Toros y los felinos ganaron 3-0. Se enfrentó al mínimo de 27 bateadores ya que José Offerman y Víctor Mata en dos ocasiones batearon para doble play.
2005: Bartolo Colón gana el Cy Young de la Liga Americana.
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