La salsa sigue sin picar en los negocios de las colonias más gentrificadas de la CDMX y mientras, los foros para regular los servicios de alojamiento con vecinos, activistas y representantes de las plataformas de renta de viviendas o habitaciones avanzan. Para el urbanista Erick Urtuzuástegui, entre los riesgos de normar esta actividad están las pérdidas económicas y la creación de un mercado negro del negocio. Los activistas, por su parte, argumentan que se genera una gran presión sobre el precio del suelo urbano y de las rentas, lo que afecta a los habitantes de las colonias con más presencia de este fenómeno.

Las visiones de la propuesta

Si decides prohibir las plataformas porque hay un odio generalizado hacia éstas, dejan de lado resolver los problemas de fondo como es la asequibilidad de la vivienda» Mercado negro

Luchas de clases, no xenofobia La lucha contra la gentrificación no es contra las personas que migran, sino contra las políticas y estructuras económicas que convierten el territorio en un bien de lujo.

El gobierno de la CDMX, que encabeza Clara Brugada, contempla el diseño de un plan maestro dentro de la estrategia contra la gentrificación, denominada Bando 1, cuyo objetivo es reducir el impacto de los altos costos de vivienda y evitar un mayor desplazamiento de habitantes locales por extranjeros, y para ello se realizaron foros y encuentros entre vecinos de las colonias mayormente afectadas, así como con propietarios de vivienda en renta de plataformas como Airbnb. El objetivo de estos diálogos es generar ideas para conformar la iniciativa de ley que el gobierno capitalino enviará al Congreso local a finales de agosto en materia de control de rentas. Los propietarios argumentan que la reglamentación o el reducir sus horas de renta a la mitad los impactará económicamente, además de que moverían sus actividades. Urtuzuástegui asegura que regular las plataformas de tajo no es una opción y, por el contrario, atraerá un mercado negro y opacidad, pues la gente buscará seguir obteniendo estos ingresos por la renta de sus viviendas. “Las plataformas serían culpables acaso de 1%, y todo lo demás tiene que ver con usos de suelo. Permisos de construcción, precios de la tierra, no tienen nada que ver con las plataformas. Si buscas prohibir algo de tajo para resolver otro problema, lo único que van a hacer es generar nuevos problemas”, detalla en entrevista con Expansión. El especialista en temas de urbanismo señala que al existir candados, como el reducir el porcentaje de la renta de la vivienda a la mitad, se puede crear un «mercado negro» y los propietarios buscarán rentar sus inmuebles a través de otras vías, como WhatsApp, por ejemplo, y el gobierno no tendría control. «Entonces tú vas a perder ingresos como gobierno al tratar de monitorearlo, lo que resultará costoso, además de casi imposible; la regulación que está ahorita es la adecuada y la correcta”, explica. El exintegrante del TEC de Monterrey asegura que la CDMX tendrá un impacto económico con la pérdida de ingresos por parte de estas plataformas. “En el caso de grandes usuarios que tiene más de 50 apartamentos, ahí sí valdría la pena la regulación, porque no es el espíritu de cómo nació esta plataforma. A ellos los pones en otro cajón. Ellos ya son empresarios, moteleros y eso es otra cosa”, dice. El Colectivo Gentrificación en tu Idioma, por su parte, sugiere meterle reversa al tema, porque si no la ciudad se convertirá en un gran hotel y parque de diversiones, donde el resto de la población solo la podrá pisar para trabajar. “No podemos vivir solo del turismo y para el turismo. Esto, aparte de reducir el número de viviendas disponibles, también genera una gran presión sobre el precio del suelo urbano y de las rentas, pues si es más rentable un Airbnb que renta tradicional, los propietarios buscan no quedarse atrás y suben el precio de las rentas tradicionales, justificando que podrían ganar más en esta plataforma”, explican integrantes del colectivo a Expansión . La organización pone como ejemplo la colonia Tabacalera, donde 21% de las viviendas ya son Airbnb . Los integrantes del colectivo aseguran que en las dos marchas contra la gentrificación, en las que se registraron actos de violencia, no fueron por xenofobia, sino más bien es una lucha de clases. “Es importante reconocer que la migración procedente del norte global impacta de forma distinta a la migración del resto de los países: suele venir acompañada de un poder adquisitivo mucho mayor que presiona los precios de vivienda y acelera procesos de desplazamiento”, acusan.

Políticas públicas, un ganar-ganar

El Colectivo Gentrificación en tu Idioma espera que los diálogos no sean simbólicos o de contención mediática, sino espacios reales de diálogo vinculante, con diagnóstico y compromisos concretos. “Urge que se active la regulación de 50% de noches al año para Airbnb. El gran problema al que nos enfrentamos es que Airbnb reduce el parque de viviendas de forma directa e indirecta, ya que cada vez más se construyen edificios completos dedicados a la plataforma”, señala el colectivo. Erick Urtuzuástegui asegura que el gobierno de la CDMX debe enfrentar el déficit de 2.5 millones de viviendas, construir en suelos no centralizados y fomentar la inclusión para acceder a ella, además de una regulación que ofrezca certidumbre y deje a todos jugar. “Las plataformas tienen muchísimos beneficios. Airbnb ha demostrado ser exitoso en muchas otras cosas. Tienes que apalancar esas partes de éxito. Trata de no pegarle a ese ecosistema que está viviendo de generar ingresos y empleos”, dice.

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