La Copa LDF afrontará unas semifinales de factores mixtos, donde sobresale un Cibao que destila goles en cada balón, a contraposición de los Delfines del Este, que mostraron estirpe cocida a fuego lento desde la temporada liguera 2024; mientras Pantoja y Moca se colaron, siempre con el pedigrí como sello distintivo.
El escuadrón naranja mostró en la ronda regular copera las razones de su hegemonía en la LDF, y más allá, un osado al mayor nivel de la cuenca Concacaf, esta vez con unos explosivos pocas veces vistos en este deporte, el más alto del planeta, incluyendo a nivel rentado.
El Armagedón aplastó, no sólo por su invicto, sino mostrando capacidad goleadora excepcional, con veinticinco dianas en el diferencial (31-6), y una media de 2.82 tantos en cada partido.
Dos fichas fueron notables en el gigante nacional: Rivaldo Correa (9) y Javier Roces (4), además de un gran aporte colectivo, cuando ahora afrontará a Moca en la cita de turno.
En cuanto a los albirrojos, surcaron la prima fase en base a un juego netamente colectivo, pero enfático en la parte defensiva, permitiendo apenas cuatro dianas (0.36 por juego), siendo los maestros en la especie.
En los Delfines no hubo sobresalientes individuales, aplicando el juego del “uno contra todos y todos contra uno”: nadie aportó por encima de dos goles. Es una escuadra mayormente de canteranos.
Mientras, los residentes en la Capital fueron el segundo equipo más anotador del tramo regular, con veintisiete (2.45). Pantoja permitió un tanto por cotejo.
El hombre-franquicia, Luis Espinal, siguió por sus fueros, con ocho goles y bajo la cofradía del temido refuerzo Frantz Bertrand (7).
Es una semifinal que apunta a ser demasiado reñida, entre estilos encontrados. Los cetáceos ganaron la cita que tuvieron en la ronda (0-1). Pantoja encontrará un cerrojo, a contraparte de su infalible Espinal, sobretodo en estos partidos a muerte.
El último clasificado a la etapa semifinalista, Moca, se coló como un pura sangre del fútbol dominicano, ya que resultó el de menor diferencial (+2) entre los siete mejores ubicados del torneo, con apenas diez dianas en sus once encuentros (0.91). Llegó ganando tres de sus últimos cuatro cotejos.
En los mocanos tampoco hubo trascendentes individuales de ataque, aunque volvió a contar con el gran liderazgo de su figura, Juan Ángeles, como atacante polivalente.
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