Durante la temporada de calor, hay varias posibilidades de contraer algún tipo de enfermedad gastroindestinal, ya que los alimentos pueden ser alterados por la temperatura o el mal manejo de su preparación. Entre ellos, está la salmonella . Te explicamos qué es y cómo identificar sus síntomas en niños y adultos para acudir a atención médica de forma oportuna.

Qué es la salmonella ¿Cómo se contagia? Síntomas de la salmonella En niños Náuseas y vómitos Retortijones abdominales Diarrea (a veces sanguinolenta) Fiebre Dolor de cabeza En adultos Diarrea Fiebre Cólicos abdominales o calambres en el estómago

La salmonella es una bacteria que se puede encontrar en varios alimentos, como en las carnes de pollo, res, cerdo, en huevos, frutas, vegetales, y hasta en los alimentos procesados, según explican los Centros para el Control y la Prevención de Enermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés). La infección por salmonella se puede contraer al comer diferentes alimentos, como carne de pollo, pavo, res y cerdo, huevos, frutas, germinados, vegetales, y hasta alimentos procesados. Los alimentos no son la única manera en que la salmonella puede ingresar al cuerpo de una persona. La bacteria también se propaga a través de agua contaminada, el medioambiente, otras personas y animales. Las personas más propensas a contraer la infección son los niños menores de 5 años, los adultos de 65 años o más, y las personas cuyo sistema inmunitario se encuentra debilitad. De acuerdo con los CDC, la enfermedad causada por la salmonella puede ser grave. Por lo general, los síntomas comienzan de 6 horas a 6 días después de la infección. Incluyen diarrea que puede tener sangre, fiebre y cólicos estomacales. La mayoría de las personas se recuperan en 4 a 7 días sin tratamiento con antibióticos. Pero algunas personas con diarrea grave podrían necesitar ser hospitalizadas o tomar antibióticos. Los síntomas pueden ser los siguientes:

Diarrea y fiebre superior a 38°C Diarrea por más de 3 días que no mejora Heces con sangre Vómitos prolongados que le impiden retener líquidos Signos de deshidratación, como: Haciendo muy poca orina Sequedad de boca y garganta Mareos al ponerse de pie

Además, los CDC recomiendan acudir al médico si se presenta:

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