Los grupos porriles han amedrentado por décadas a la comunidad estudiantil del país y así lo consigna la investigación ‘Violencia y porrismo en la educación superior en México’, de Imanol Ordorika, miembro del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM. ¿De dónde surgieron estos grupos y por qué? Esa es la pregunta que Ordorika intenta responder.

Primeros porros en las instituciones y origen del nombre ¿Cuál el la función de los grupos porriles? ¿Dónde se asentaron más grupos porriles?

¿Cuáles son los antecedentes de los grupos porriles? De acuerdo con Ordorika, en la década de 1930 —luego de que la Universidad Nacional lograra la autonomía— los estudiantes se dividieron en bandos profundamente confrontados por las políticas educativas del régimen de la Revolución Mexicana y el proyecto de educación socialista. La investigación refiere que, desde las primeras administraciones de la UNAM y de otras instituciones de educación superior, se promovió una práctica sistemática de violencia, amedrentamiento y exclusión a partir de sus grupos estudiantiles. Ordorika destaca que los estudiantes mexicanos se interesaron verdaderamente en la política con la inauguración de la UNAM y, con ello, nacieron también las primeras disputas ideológicas. A finales de la década de 1940, esas confrontaciones ideológicas dieron paso a una etapa de descomposición que fue motivando a la violencia armada en los campus por parte de pandillas estrechamente vinculadas a grupos políticos y que se convirtieron en el brazo armado de autoridades universitarias, sentando las bases de la institucionalización, y años después, del fenómeno denominado «porrismo». Según esta investigación, las conexiones estrechas entre los grupos de pandilleros —ya al servicio de las autoridades universitarias y el gobierno— con los equipos de fútbol americano y sus animadores (porras), originaron este calificativo. Para el exlíder estudiantil, el porrismo está ligado a «las prácticas de control corporativo que han caracterizado al régimen político en México» Desde entonces, el porrismo está ligado estrechamente al fin explícito de controlar, golpear, anular, debilitar o, en su defecto, exterminar el movimiento estudiantil popular. En las preparatorias nacionales y Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH) de la UNAM, así como en algunas facultades como Derecho y Contaduría de esa y otras universidades. Puedes leer la
investigación completa de Ordorika en
este enlace .

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