La candidata presidencial de la alianza PAN, PRI y PRD, Xóchitl Gálvez , dio a conocer este lunes los detalles de su propuesta para transitar hacia la producción de energías limpias en el país. En conferencia de prensa, la candidata –quien se encuentra en la polémica luego de que declaró que buscará cerrar las refinerías Héctor Lara Sosa, de Cadereyta, en Nuevo León y Francisco I. Madero, en Tamaulipas– precisó que su proyecto plantea una transición hacia la producción de energías limpias, en tanto que descartó tener el plan de cerrar la termoeléctrica y la refinería de Tula, Hidalgo.

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«La transición energética con justicia y desarrollo es un cambio en la que obtenemos nuestra energía que debemos establecer de una manera que sea justa para todos, este cambio significa dejar de usar combustibles fósiles como la fuente más importante de energía para usar más energías limpias», precisó. «La justicia y el desarrollo consisten en asegurar que nadie salga perjudicado en este proceso, hoy en nuestro país existen un gran número de personas que trabajan en industrias relacionadas con el petróleo, si cambiamos repentinamente a energías limpias estas personas podrían perder sus trabajos; una transición energética justa significa encontrar nuevas oportunidades de trabajo para esas personas y ayudar a las comunidades de esas industrias para que no sean afectadas negativamente, es justamente lo que vamos a hacer en mi gobierno», dijo. Xóchitl Gálvez insistió en que la apuesta es iniciar con una transición energética justa, a través de las cuales se encuentren nuevas oportunidades de trabajo para las personas que laboran en la industria petroquímica y ayudar a las comunidades que dependen de éstas. La candidata precisó que la ruta para iniciar con esta transición se hará de forma conjunta, tomando en cuenta a los estados, municipios, sindicatos, academia y la sociedad civil.

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«Se que tiene que haber seguridad energética, es decir, que nadie se quede sin energía en ningún momento, en este contexto la salud de los mexicanos es mi prioridad, por esa razón, las refinerías de Madero y Cadereyta deben tener sus operaciones de una forma responsable», dijo. «Que no les mienta el presidente (AMLO) nadie va a perder su empleo y las cadenas de proveeduría también se van a proteger, pero tampoco permitiremos que la gente muera de cáncer por los niveles de azufre que se emiten a la atmósfera de las zonas metropolitanas de Monterrey y Tampico», apuntó Xóchitl Gálvez insistió así que en el actual gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador enfrenta varios problemas sobre todo respecto a la rentabilidad de Pemex, ya que según dijo, durante este sexenio la paraestatal ha perdido 953,000 millones de pesos (mdp), mientras que en Pemex transformación, donde están las refinerías 784, 000 mdp y en una hora se estima que pide al menos 19 mdp. La candidata apuntó así que el tipo de proyecto que se podría hacer en donde actualmente están las refinerías de Cadereyta y Madero será definido de manera conjunta con los involucrados y transformar así estas zonas en parques de energía limpias, por ejemplo, además de que planteó, se realizarán mesas con expertos para definirlo. «Vamos a modernizar la madera en que vamos a producir la energía», indicó. Finalmente, la candidata insistió en que la idea de soberanía energética de gasolinas está muy lejos de ser una realidad, pues mencionó que la «verdadera soberanía energética es no depender de los combustibles fósiles».

AMLO insiste en polémica

Durante su conferencia de prensa matutina, el presidente insistió que la refienería de Cadereyta «no está fuera de la norma» y que hay «otras plantas que son las que contaminan». «Le he pedido al director de Pemex que hoy informe, porque la refinería de Cadereyta, esto para los de Cadereyta y de Nuevo León que es gente muy inteligente, para que no los manipulen, se les van a presentar todos los datos sobre las emisiones que produce la refinería de Cadereyta», dijo. Además, el Ejecutivo federal sostuvo que, de acuerdo con sus pronósticos, la transición energética se dará en tres décadas. «¿Saben cuánto nos va a llevar la transición energética, yo la deseo, eh, la deseo, según mis pronósticos? Tres décadas», señaló.

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