Esta noche, el Senado inició la discusión de la reforma que establece que la Guardia Nacional quedará bajo el mando de la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena). Este es uno de los últimos pasos para que se concrete el traspaso. Esta modificación ha sido rechazada por la oposición al señalar que se «militarizará al país», ya que la Guardia Nacional dejará de ser civil; sin embargo, el bloque oficialista asegura que al ser civil la comandanta de las fuerzas armadas, la próxima presidenta Claudia Sheimbaum, se conserva esta característica en ese grupo de seguridad.

Con este cambio, la Guardia Nacional dejará de ser parte de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y pasará a la Sedena; también se transferirán a esta última dependencia los recursos presupuestarios y financieros que correspondan para cubrir los gastos de operación de este de grupo de seguridad y los recursos materiales destinados a su operación La reforma a los artículos 13, 16, 21, 32, 55, 73, 76, 78, 82, 89, 123 y 129 de la Constitución Política señala que será el presidente de la República quien nombre al comandante de la Guardia Nacional, pero a propuesta del titular del Ejército. Según las modificaciones, la Federación contará con la Guardia Nacional, que estará integrada por personal de origen militar y con formación policíaca y dependerá de la Sedena para ejecutar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública. Se contempla que la discusión de esta reforma constitucional termine este miércoles 24 de septiembre.

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