«Vi la oportunidad de sanar. Vi la oportunidad de tener un trabajo que compartí con mi mamá infinitamente, que fue el teatro. Gracias a ella que me acercó al arte, a mi preparación, a todo. Fue algo muy loco, porque pensé que no iba a poder hacer teatro sin ella, sin tenerla en una butaca, pero sí pude».
Con más de 20 años de carrera artística y una filosofía que versa entre los escenarios de la meditación, la psicología holística y la neuro oratoria, Vera ha sabido trabajar en su oficio las materias de la mente, el cuerpo y el espíritu.
«Lo vi como una herramienta para tener congruencia como artista, saber qué tipo de proyecto quiero hacer, qué tipo de comunicadora quiero ser, qué quiero que la gente recuerde de mí. Y pues ha sido muy funcional poder alinear los tipos de proyectos que elijo para que la gente vea que trato que no sean violentos, que sean muy familiares, que contengan comedia, y más poniéndole conciencia y energía. Ha sido un regalo para mí y ha resonado mu…
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