Cada año se considera que el periodo más caluroso del verano se concentra entre julio y agosto, debido al inicio o desarrollo de un fenómeno climático llamado canícula , que aumenta las temperaturas y disminuyen las precipitaciones, pero ¿cómo funciona y es realmente cierto? Te explicamos.

¿Qué es la canícula? La canícula no es en todo México ¿Por qué se llama así? ¿Tiene efectos en las personas?

Recomendaciones para cuidarse durante la canícula Hidratarse bien; Lavarse las manos antes y después de ir al baño; Consumidor pescados y mariscos bien cocidos o fritos; Lavar o desinfectar con cloro las frutas y verduras que se consumen crudas; Consumir los alimentos inmediatamente después de su preparación para evitar su disposición o conservarlos en refrigeración; Evitar la exposición al Sol, especialmente entre las 12:00 y las 16:00 horas; En caso de realizar actividades al aire libre, que sean durante las primeras horas del día; Vestir con ropa ligera de colores claros, además de utilizar sombreros o sombrillas para protegerse del Sol; Usar bloqueador o protector solar; Estar pendiente de quienes puedan necesitar ayuda durante el calor intenso, como infantes, mujeres embarazadas, personas con enfermedades crónico-degenerativas y pertenecientes a la tercera edad. Abrir las ventanas al anochecer, cuando la temperatura exterior sea inferior a la interior. Durante el día, cuando la temperatura exterior sea superior a interior, cerrar las ventanas y cubrirlas con persianas o contraventanas para tapar la luz solar directa. Apagar el mayor número posible de aparatos eléctricos. Utilizar ventiladores eléctricos solo cuando las temperatura sean inferiores a 40° C, ya que en caso de ser superiores, los ventiladores consiguen calentar el cuerpo. En caso de utilizar aire acondicionado, se recomienda ajustar el termostato a 27°C y encender un ventilador eléctrico, ya que puede ahorrar hasta el 70% de electricidad.

El Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), órgano perteneciente a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), menciona que se trata de un evento climático caracterizado por la sequía, debido a una disminución o ausencia de lluvia, generalmente durante los meses de julio y agosto. Alexandro Medina Chena y Rafael Villegas Patraca, integrantes del Instituto de Ecología A.C. ( Inecol ), mencionan que la canícula está asociada con el anticiclón de las Azores, que es un sistema de alta presión atmosférica ubicado sobre el océano Atlántico. Durante el verano boreal o del hemisferio norte, el anticiclón se fortalece y se extiende hacia el territorio mexicano y otras regiones tropicales, lo que intensifica la influencia de vientos alisios, muy importantes en la distribución del calor y la humedad en la atmósfera. Como resultado, se disminuye la formación de nubes y la probabilidad de lluvia, razón por la que hay más días soleados y calurosos en un lapso de 20 a 40 días aproximadamente. Este fenómeno no ocurre de manera generalizada en el territorio mexicano, y tampoco produce las temperaturas más altas del año, de acuerdo con la UNAM y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) Víctor Manuel Torres, investigador del Instituto de Ciencias Atmosféricas y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM, menciona que no hay un solo canícula, ya que la diversidad climática en México provoca diferentes periodos calurosos. Por ejemplo, en la región norte, el calor más intenso ocurre entre abril y mayo, aunque puede prolongarse durante varios meses por el clima desértico. En cambio, zonas tropicales como el sureste sí presentan un fenómeno que se confunde con la canícula, por la pausa de las lluvias y un ligero aumento de temperatura. Alejandro García Jiménez, especialista en el SMN, la canícula se asocia a los estados de la vertiente del Golfo de México y del océano Pacífico. No obstante, no comparten la misma duración ni intensidad. El SMN realizó un estudio de datos históricos de 29 años en dichas regiones para estudiar cómo se comportan las lluvias, y encontró que hay dos picos donde aumentan las precipitaciones, uno durante junio y otro en septiembre. Entre ellos, hay un descenso, lo que se considera como mínimo relativo en julio. García Jiménez, para un vídeo divulgativo para la Comisión Nacional de Agua, explicó que además de la baja de lluvias, se puede acompañar con un aumento de temperaturas, pero no son las más altas del año, en comparación a las que se presentan en mayo. Ambos especialistas apuntan que la canícula no tiene una fecha establecida de inicio ni fin, y tampoco son los 40 días más cálidos del país. “Desde el punto de vista climático, se trata de una variación estacional esperada dentro del clima tropical”, aclara el Dr. Torres. De acuerdo con el especialista de la UNAM, el término proviene de un evento astronómico observado por civilizaciones europeas hace más de 5,000 años, en referencia al momento en el que la estrella Sirio, de la Constelación Mayor, aparecía al amanecer para marcar el inicio del verano, el 21 de junio, fecha que coincide con el aumento de la temperatura. Sin embargo, esa referencia ya no es válida, ya que por la precesión de la Tierra, o el movimiento rotativo del planeta, Sirio ya no aparece en esa fecha, sino hasta septiembre., por lo que “usar el término ‘canícula’ como sinónimo de calor en junio o julio ya no tiene base astronómica válida”, declara. Más que por el fenómeno de canícula, las altas temperaturas aumentan la incidencia de enfermedades relacionadas con la temporada como diarreas agudas, quemaduras, deshidratación y golpes de calor, de acuerdo con la Universidad de Guanajuato. La Organización Mundial de la Salud ( OMS ) menciona que los golpes de calor son la primera causa de muerte relacionada con el clima, y pueden agravar enfermedades como la diabetes, el asma, los trastornos mentales y las enfermedades cardiovasculares, además del riesgo de contraer determinadas enfermedades infecciosas. La vulnerabilidad de las personas ante el calor depende de factores fisiológicos como su edad y el estado de salud, a ello se le aumenta la exposición o la situación socioeconómica y laboral. Para combatir los efectos del calor en la población, la Universidad de Guanajuato recomienda: Mantener fresca la vivienda también es esencial, de acuerdo con la OMS, para ello recomienda:

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