ESTILOS DE PADRES

Foto: Especial RevistaIMX

Por  Psic. Elisa Esther González    15 Junio 2022

Para ser un profesionista o lograr un nivel de posgrado se invierten muchos años de estudio, para ser padres también es necesario prepararse, algunos son padres por las circunstancias dadas, otros porque así lo eligieron. Si ya eres padre o madre ¿has pensado si tu estilo de crianza es el correcto?

Muchos padres aprendieron a serlo por ensayo error con el primer hijo, otros por la forma en como los educaron, aunque también hay quienes no quieren repetir lo que vivieron de niños, han decidido escoger otros estilos de crianza y se han ido al extremo.

Cada padre, madre o tutor, en condiciones normales sin duda, pretenden ser correctos con sus hijos, cumplir adecuadamente con su rol y ejecutar acertadamente sus funciones parentales. Los padres actuamos con base a lo que pensamos que es lo mejor para nuestros hijos.

Sin duda la tarea de ser padres es complicada, no sirve la improvisación y se requiere de muchas oportunidades de destrezas específicas para afrontar los desafíos.

Es claro que ser padre o madre conlleva pasar por momentos de satisfacción y felicidad, a la vez de tensión, sufrimiento y experiencias que generan frustración, renuncias e insatisfacciones.

En esta época ser padre y madre, nos coloca frente a una gran responsabilidad y nos enfrenta a un gran desafío: la responsabilidad sin duda es la de educar, interviniendo, guiando, orientando, influyendo, mostrando, posibilitando la incidencia constante y regulada durante la evolución de la persona, con el objetivo de potenciar y optimizar su desarrollo y madurez, generando entonces las condiciones indispensables para el desarrollo saludable de los niños, niñas y adolescentes.

No existe una receta o formula perfecta para educar a nuestros hijos, ya que ellos son tan diferentes como los dedos de la mano, unos heredan un temperamento dócil, otros son impulsivos, también hay diferencia en el grado de actividad, hay niños que son más tranquilos que otros. Lo que nos puede funcionar con un hijo, tal vez con otro no. Es importante estudiar los estilos de crianza para evaluar como estamos educando a nuestros hijos.

Los estilos educativos parentales son un conjunto de actitudes hacia los hijos que les son transmitidas y que en su totalidad crean un clima emocional en el cual se expresan las conductas de los padres. El estilo educativo “parental” es el contexto emocional (característica del padre) donde toman relevancia las conductas educativas específicas.

ESTILOS DE PADRES EN LA CRIANZA DE LOS HIJOS

Padres permisivos.

Son padres ausentes, aunque estén presentes, se les dificulta poner límites, ser autoridad y ejemplo para sus hijos. Suelen ser sobreprotectores y obstaculizan así su desarrollo. Los hijos que han crecido con este estilo de paternidad presentan un sin número de problemas académicos, emocionales y conductuales. La falta de afecto, de supervisión y guía, de estos niños y adolescentes conlleva efectos muy negativos en el desarrollo de los mismos: sienten inseguridad e inestabilidad, son dependientes de los adultos, tienen dificultad de relación con sus pares, tienen baja tolerancia a la frustración. Son niños y adolescentes que pueden presentar conductas delictivas o abusivas. Es un estilo caracterizado por la indiferencia, la permisividad, la pasividad, la irritabilidad y la ambigüedad, no hay normas ni afecto.

Padres autoritarios

Su paternidad se basa en ser extremadamente estrictos en la disciplina y en el cumplimiento de las normas de la familia, escaso apoyo o reconocimiento de los logros de los hijos, hay exceso de regaños, amenazas, comparaciones y críticas, consolidan en los chicos una baja autoestima y una confianza en sí mismos deteriorada. Las estrategias educativas reprobativas y poco afectivas se relacionan con el consumo abusivo de alcohol en adolescentes. En el caso de niños se ha relacionado el castigo físico recibido con problemas de impulsividad y agresión de estos hacia sus pares. Es un estilo que provoca una mayor inadaptación personal y social, no favoreciendo el ajuste personal ni social.

Los padres manejan importantes niveles de control restrictivo, bajos niveles de comunicación y afecto, los chicos funcionan con un fuerte control externo. Los padres valoran la obediencia como una virtud, mantienen a sus hijos subordinados y restringen su autonomía. Los chicos se muestran tímidos, mínima expresión de afecto con sus pares, pobre interiorización de valores, son irritables, vulnerables a las tensiones y poco alegres,

 Padres sobreprotectores

Su estilo de paternidad se caracteriza por dar demasiado, en su afán por ser “buenos padres” no quieren que sus hijos sufran y tratan de darles todo lo que ellos no pudieron tener, solucionan sus problemas, los hacen dependientes porque no les enseñan la autonomía, la responsabilidad y los hábitos para desarrollar un carácter férreo para enfrentar los obstáculos que se presentan en la vida. Convierten a sus hijos en seres egocéntricos, tiranos, narcisistas y con pocas habilidades para tener éxito. Sus hijos piensan que no merece la pena esforzarse, tienen poca tolerancia a la frustración, tienen rabietas si sus deseos no se cumplen.

Padres democráticos

Los padres que ejercen el estilo democrático, forman a sus hijos con afecto, control, disciplina y propician su madurez.

Estos padres tienen hijos con un mejor ajuste emocional y comportamental. Son padres que estimulan la expresión de las necesidades de sus hijos, promueven la responsabilidad y otorgan autonomía. El estilo democrático tiene un impacto muy positivo en el desarrollo psicológico de los niños, manifiestan un estado emocional estable y alegre, una elevada autoestima y autocontrol. En la adolescencia estos niños tienden a mostrarse con una elevada autoestima desarrollo moral y social, además de un mejor rendimiento académico, una relación estable con sus padres y mayor bienestar psicológico.

Lo más importante en la crianza de los hijos es buscar el equilibrio en nuestra paternidad y fomentar la madurez y la autonomía.

Derechos de Autor   Psic. Elisa Esther González

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