El legendario ajedrecista Garry Kasparov, crítico del Kremlin, hizo un llamado por una reacción más contundente a la ofensiva de Moscú en Ucrania y sostuvo que se debe incluir a las voces disidentes rusas en los esfuerzos para enfrentar al presidente Vladimir Putin.

En una entrevista con la AFP, el excampeón mundial de ajedrez, que la semana pasada fue incluido en la lista de «extremistas» de Rusia, solicitó más ayuda militar a Kiev que se encuentra ante un «régimen terrorista que sólo entiende de fuerza».

Kasparov, de 60 años, culpó al Kremlin por la muerte en prisión el mes pasado del líder opositor Alexéi Navalni.

«El asesinato de Navalni (…) es un nuevo hito», dijo Kasparov. «Estamos lidiando con un enemigo que quiere ganar esta guerra, porque Putin está librando una guerra no sólo contra Ucrania, la OTAN y la UE (Unión Europea), sino también contra el orden mundial liberal».

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Navalni, el principal opositor del presidente ruso, murió repentinamente a los 47 años en una prisión del Ártico a mediados de febrero, según funcionarios por «causas naturales».

El equipo de Navalni y líderes occidentales culpan al Kremlin, que niega su responsabilidad.

Navalni fue enterrado en Moscú a principios de marzo. Decenas de miles de personas hicieron fila para dejarle flores a pesar de la amenaza de arresto, en una llamativa muestra de disidencia.

Su viuda, Yulia Navalnaya, se comprometió a continuar su labor.

Guerra «criminal»

Kasparov, se retiró del ajedrez en 2005 para centrarse en el activismo político y ha vivido exiliado en Nueva York durante la última década.

Kasparov instó a Occidente durante la entrevista a incluir voces de la oposición rusa en los esfuerzos para enfrentar la agresión de Putin.

«Para vencer al ‘putinismo’ y todas las fuerzas del mal que eso representa, se necesita una coalición que incluya este componente ruso, como la Francia Libre de (Charles) de Gaulle», dijo  al referirse al movimiento de resistencia durante la Segunda Guerra Mundial, que dirigió desde el exterior el general francés.

«La gente que está lista para decir: ‘El régimen es ilegítimo, la guerra es criminal, Crimea es ucraniana’ debe ser parte de esta pelea», dijo. Rusia anexionó Crimea en 2014.

Kasparov aseguró que él y otros disidentes trabajan en la formulación de un camino a seguir para la oposición rusa. «Necesitamos crear una matriz de una Rusia libre fuera de la Rusia de hoy».

La oposición rusa, no obstante, está notoriamente fragmentada y el equipo de Navalni ha chocado con Kasparov en el pasado.

En las últimas semanas ha habido desencuentros entre los críticos del Kremlin sobre cómo protestar ante las elecciones del próximo fin de semana, que Putin está seguro de ganar sin adversarios reales.

Kasparov instó a los países occidentales a acoger a los rusos aue se oponen a la guerra, incluyendo programadores e ingenieros involucrados en la fabricación de drones y otras armas.

«Denles una oportunidad de irse, denles una oportunidad de saltar al otro bando», dijo Kasparov. «Pienso que esto socavaría agudamente la habilidad de Putin para hacer la guerra».

¿Consecuencias devastadoras?

Kasparov expresó su frustración ante la reticencia de Occidente de un apoyo total a Ucrania en la guerra contra la invasión rusa, que ya está en su tercer año.

Kiev sufre en el campo de batalla mientras la ayuda militar vital de Estados Unidos se demora en el Congreso.

Kasparov aseguró que las sanciones occidentales impuestas contra Rusia han logrado poco y llamó a más financiación para Ucrania, sugiriendo desde la confiscación de bienes rusos hasta misiles de largo alcance.

El presidente estadounidense, Joe Biden, «prometió consecuencias devastadoras. ¿Y dónde están esas consecuencias devastadoras?», se preguntó Kasparov.

«Desafortunadamente, Occidente se está quedando atrás, y cualquier debilidad demostrada por Occidente es una invitación a Putin para más agresión», sostuvo.

Kasparov conversó con la AFP al margen de un encuentro en Washington del World Liberty Congress, una coalición de activistas prodemocracia de 60 países.

«Creemos que desde Rusia hasta Venezuela, pasando por China y África, todos los regímenes autoritarios y dictadores están trabajando juntos… votándose unos a otros en Naciones Unidas», dijo la disidente iraní Masih Alinejad, radicada en Estados Unidos.

«Los tipos malos están unidos», dijo en una conferencia de prensa conjunta Alinejad, quien dirige la organización. «Ha llegado el momento para que la gente buena de los regímenes autoritarios se una también para expandir nuestra ideología, que es la democracia, la dignidad y la libertad».

World Liberty Congress, formado el año pasado, defiende la protesta no violenta y provee apoyo a activistas comunitarios en sus países de origen, así como a los presos políticos y sus familias.