Ante el encarecimiento de los insumos necesarios para la elección judicial, el Instituto Nacional Electoral (INE) tuvo que declarar desierto el primer proceso de licitación de casi medio millón de materiales electorales para el 1 de junio. Además de lo complejo de la elección judicial por ser un ejercicio inédito, el recorte presupuestal y los «errores» en el registro y listado de los candidatos, el INE enfrenta ahora costos excesivos y retrasos en las contrataciones rumbo a la organización y preparación de la elección.
El 23 enero pasado el INE convocó a su primer proceso de licitación del año para tres partidas: urnas especiales, mamparas y dados marcadores de credencial. Las empresas hicieron ofertas económicas, pero exedieron los montos aceptables que calculó el INE. El desfase va de los 47 a los 95 millones de pesos. Esto llevó a la Dirección Ejecutiva de Administración del INE a declarar desierto el proceso de licitación. Ahora deberá emitir una nueva convocatoria a licitación o realizar una adjudicación directa. Sin embargo, la fecha de la elección se acerca y el INE tiene que acelerar los procesos de licitación. Por ejemplo, el organismo necesita ya cerca de seis millones de materiales impresos (los carteles para los resultados del cómputo distrital; las actas de la jornada electoral y las de clasificación y conteo; las constancias de clausura de las casillas y las actas de incidentes). También necesita contratar hasta 310 equipos de telefonía satelital portátil para que los integrantes del INE puedan comunicarse y transmitan la información al Consejo General del INE y a los Organismos Públicos Locales. Además, está en curso la adquisición de material de papelería para las casillas seccionales. Suministro debe iniciar el 17 de marzo Conforme a las bases, los materiales ya deberían estar en producción y comenzar a suministrarse el lunes 17 de marzo. Esto contemplaría una primera entrega de 100,000 mamparas, 74,000 dados y las primeras 50,403 urnas. Los costos La primera partida fue para adquirir de 50,403 a 63,000 urnas electorales genéricas. El precio aceptable fijado por el INE (resultado de una fórmula que considera la mediana de la investigación de mercado y un 10% adicional) fue de 370 pesos por urna ; el contrato total esperado era de 23.3 millones de pesos. El licitante que propuso el precio más alto fue Formas Finas y Materiales S.A: 426 pesos por urna (31.1 millones de pesos era el costo total que ofreció). Nueve empresas no cumplieron los requisitos legales y técnicos. Plásticos y Metales MYC, Sadem y Comercializadora JVLY sí. El conjunto ofreció cada urna en 400 pesos (con un costo total del contrato de 29.2 millones de pesos). No obstante, el INE también lo consideró como un precio no aceptable, pues hay una diferencia de 1.9 millones de pesos.
La segunda partida fue para la compra de entre 335,964 y hasta 419,955 mamparas especiales , la cuales tienen que ser elaboradas de lámina de plástico polipropileno y traer la leyenda “El voto es libre y secreto” y el logotipo e iniciales del INE. También quedó desierta. De acuerdo con los documentos del fallo, en este caso el precio aceptable era de 296.36 pesos por mampara. El monto total del contrato que esperaba el INE era de 137.9 millones de pesos. Dos proveedores cumplieron los requisitos legales y técnicos. El primero ofreció cada mampara en 438 pesos y el segundo en 480. Los precios también se salieron de lo presupuestado por el organismo (296 pesos). La partida tres contemplaba la compra de entre 74,708 y hasta 93,385 dados marcadores , que son utilizados para marcar el año de la elección (2025 en este caso). El INE concluyó que ninguna de los licitantes estaba en condiciones de cumplir los requisitos legales y técnicos, por lo que no fue considerada ninguna oferta económica. La licitación también quedó desierta.
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