RENACER

Foto: Especial RevistaIMX

Por  Psic. Elisa Esther González   08 Junio 2022

 

Valentina era una esposa abnegada y una madre sacrificada, trabaja más de 12 horas diarias, era la primera en levantarse y la última en acostarse. Se esmeraba en tener su casa limpia y ordenada, preparaba   la comida deliciosa y nutritiva a tiempo, la ropa estaba en su lugar respectivo lavada y planchada. Valentina se concentró en ser la mejor mamá, se volvió experta en todas las técnicas domésticas, en las tardes llevaba a los niños a diferentes actividades después de realizar la tarea con ellos, le gustaba poner en primer lugar a los demás, olvidándose de sí misma.

Valentina se sentía agotada, molesta consigo misma porque no conseguía bajar de peso, a pesar de que hacía dietas y se inscribía a diferentes clases de zumba, pilates, gimnasio entre otros, iba los primeros días, pero luego se desanimaba y ya no iba.

Su esposo se burlaba de ella poniéndole algunos apodos.

Valentina había perdido su belleza, se comenta que los hijos, en especial las hijas roban la belleza de sus madres, ¿Puede ser esto posible?  No precisamente, lo que sucede es que la madre se olvida de sí misma, Por las noches de desvelo cuidando a sus hijos, el exceso de trabajo, el estrés y la preocupación.

Valentina se sentía sola y abandonada, muchas veces estaba en la recamara con su esposo, pero el, la ignoraba, la mayor parte del tiempo estaba contestando mensajes en su teléfono celular, estaba indiferente y como ausente en las platicas que ella quería favorecer, casi no tenían intimidad sexual, ella trataba de acercársele y el la rechazaba

Un día Valentina sigilosamente revisó el teléfono de su esposo y sus sospechas quedaron confirmadas, su esposo estaba hablando con otra mujer y sus mensajes de sexting la dejaron atónita, la otra mujer le contestaba de la misma manera, enviándole fotos y palabras obscenas, la mujer era bella, más joven que ella y despertaba en su esposo lo que ella había tratado de hacer sin lograrlo.

Valentina sintió que su corazón se partía en mil pedazos, aun amaba a su esposo, había puesto lo mejor de sí, ¿Por qué la traccionaba de esa manera?

Quiso resolver la situación, esa noche envío a los hijos con su madre, arregló el cuarto, puso velas, flores, preparó una deliciosa cena, se bañó, se planchó el cabello y se puso un liguero que ya no le quedaba bien.

Pasó gran parte de la noche esperando a su esposo, por fin el apareció hasta la una del mañana muy ebrio y cuando la vio vestida así, comenzó a burlarse de ella, se sintió tan sucia y enojada que se vistió.

Al siguiente día me fui a caminar sin sentido, quería correr y dejarlo todo, que se abriera la tierra y me comiera.

Cuando de repente, me tropecé con un hombre vestido de negro, me dijo:  _Mucho gusto, mi nombre es Daniel y puedo ayudarte_

Lo miré sorprendida y le dije: _Estoy bien, muchas gracias, soy casada_

El hombre me contestó _Lo supe, sé que eres casada, se lo que estás pasando, estaba a punto de seguir mi camino, cuando pude leerte y me di cuenta que necesitabas ayuda_,

_¿Pudiste leerme? – dije yo sorprendida.

-Si- contestó Daniel: _Veo a una madre engañada, con tu autoestima perdida y preocupada por lo que tienes que hacer de almuerzo_.

– ¿Cómo lo descubriste? ¿Tan obvia soy? –  dijo Valentina ‘Entonces continuó diciendo: – ¿Según tu cómo me vas ayudar? – Valentina lo miro escéptica y le dijo: – ¡Vete con tus trucos baratos! –

_Muéstrame una foto de tus hijos y esposo y te los voy a describir dijo Daniel.

Valentina lo dudó un momento, pero lo veía tan convencido, que saco su celular y se los mostró, para su asombro los describió exactamente.

– ¿Sorprendida?  – me dijo Daniel

-Sr. Daniel- contestó Valentina, – tiene toda mi atención.

Valentina habló sobre lo que le pasaba, Daniel dijo: _yo soy un extraño que te quiere ayudar, en exactamente dos meses tendremos el resultado_.

Y le ofreció su mano para hacer un trato, Dany le dijo a Valentina: -Creo que ya lloraste por tu esposo lo suficiente, a partir de ahora ya no podrás llorar, ve a casa y descansa, tendrás pocos antojos, pero no cedas, vamos a recuperar a la chica linda, que hay detrás de esos ojos_. Anotó su número y se fue.

-Cuando todos se vayan   a dormir me mandas un mensaje y te daré instrucciones- dijo Daniel.

Esa noche Valentina quería dormir tranquila, pero no fue así, el esposo de Valentina tenía las maletas hechas para irse, le dijo que ya no quería estar con ella, le echó en cara que ya no era feliz con ella y que estaba enamorado de su amante.

Luego de que su esposo se fue, Valentina quería llorar, pero no podía.

Minutos más tarde llamó a Daniel y le dijo _ ¿Qué me hiciste?, no puedo llorar­_.

Él sonrió como si no pasara nada, _digamos que guarde tus lagrimas en un frasco especial para evitarte un sufrimiento y desgaste emocional innecesario. Si tu esposo se fue de la casa, está buenísimo déjalo ir, nos ahorro la dificultad de correrlo de la casa. ¡Pon atención! ¡déjalo ir!, cada quien decide su destino, el de él, es el de perderse en una relación de arenas movedizas y la tuya es renacer_

_Muy bien_ dijo Daniel ¡Vamos a ver los estragos el terreno!  Y después agregó: _Quiero que vayas al baño y tomes unas fotos de tu cuerpo, tranquila, no las voy a ver, cuando las tengas obsérvalas y luego las borras_

Valentina se tomó varias fotos de diferentes ángulos, se dio cuenta de que era hermosa, aun para la edad que tenía y el haber tenido ya sus hijos, al verse en el espejo se sintió complacida. Su entusiasmo estaba arriba.

Daniel le pregunto- ¿Te gustó lo que viste? –

_Pues más o menos contestó Valentina

Daniel dijo _Hagamos que te guste, cuando nosotras nos gustamos, le gustamos a los demás_.

Las fotos que viste de cuerpo, son la imagen que solo tu pareja ve en la tu intimidad, es tu tesoro más grande lo que tu pareja ve, es lo más hermoso y valioso que tienes.

Daniel le dijo también: _ Ve al armario y tira la ropa vieja, todo lo que ya no usas_

Valentina fue al armario y se dio cuenta que tenía mucha ropa que no usaba, que guardaba para cuando se viera mas delgada, tenia mucha ropa vieja, rota usada, comprendió que tenía mucho sin comprarse nada, por olvidarse de ella misma.

La vida va dejando marcada una historia en cada una de nosotras, nos gusta vivir del pasado.

Nuestra autoestima es una planta que tenemos que regar todos los días, esta planta debe mantenerse sana y hermosa, es hora de trabajar en la jardinería y cuidar nuestra autoestima.

Para los ojos de una persona puede haber belleza y para otra no

Daniel le dio a Valentina las siguientes estrategias:

a). -Busca ropa que te favorezca y haga lucir con estilo.

b). -Mantente pulcra y limpia de los pies a la cabeza

c). -Arréglate, maquíllate, deja salir esa maravillosa mujer

d). – No le comentes a tus hijos de lo que pasó con su padre.

e). – Proponte recibir 5 elogios diarios por el impacto positivo de imagen y personalidad.

f). -Busca apoyo espiritual y psicológico.

g).- Realiza ejercicio físico, puede ser una caminata, ir al gym, montar en bicicleta, alguna actividad que disfrutes mucho.

h). -Entre más rápido puedas dejar el pasado atrás, menos dolorosa será la recuperación.

i).-No te compares, ni te quedes pensando en el hubiera.

Ese día Valentina se puso un hermoso vestido vaporoso rosa, con unas sandalias plateadas, parecía una princesa, su cabello suelto y un maquillaje con tonos fríos, le dio un bello estilo muy femenino y romántico.

Al terminar de arreglarse Valentina le sonrió al espejo, después salió con la mejor actitud, caminando con mucho garbo. Se dio cuenta que todos los días podemos celebrarlos por el solo hecho de estar con vida.

Ese día recibió los 5 elogios que se había propuesto en el reto, de parte de un amigo, una de las amigas que se encontró en el colegio de sus hijos, el director, el del estacionamiento, su vecino y sus hijos.

 

Mientras esperaba que sus hijos salieran del colegio, observó a las otras madres, algunas de ellas estaban desarregladas, con caras de aburrimiento y cansancio. Esto la puso a pensar en que fácil es perder el gusto por vivir y olvidarse de uno misma.

Esa tarde se fue de compras, y sin sentimiento de culpa compro lo que necesitaba para verse bonita dentro de sus posibilidades: maquillaje, ropa, zapatos, accesorios. Se fue a la estética a realizarse un nuevo corte de cabello. Comenzaba una nueva vida, necesitaba una transformación.

Llegó a casa con el ánimo hasta arriba, hizo la cena y durmió a sus hijos.

A la mañana siguiente revisó algunos anuncios y salió a buscar trabajo, tenía por fin el control de su vida en sus manos, había dejado de trabajar por muchos años, sin embargo, estaba dispuesta a aprender y actualizarse.

Después de varios días encontró trabajo, aunque tenía que organizar su tiempo para hacer varias cosas, de dio cuenta de que todo es posible cuando creemos en nosotras mismas.

De repente venían a su mente algunos recuerdos tristes, pero Valentina estaba dispuesta a dejar el pasado atrás, y dar el siguiente paso solo hacia adelante.

Muchas veces confundimos ser madres renunciando a nuestra vida. Nuestra vida es un reloj, todo el mecanismo debe funcionar, nuestra vida debe de estar funcionando en las diferentes áreas: espiritual, física, emocional, de pareja, familiar, laboral, estética. Pero como a todo mecanismo hay que darle mantenimiento. Todo es un entorno, un sistema, y si tu estas bien, estarán bien tus hijos, tu matrimonio, no te abandones nunca. Los hijos son una recompensa de la vida, no una deuda interminable que debas pagar por ellos.

Debes seguir creciendo como mujer, como persona, porque tu guías a tus hijos.

Si tu misma crees en tu brillo, los demás lo verán. ¡No te abandones nunca!

Recuerda en un juego de ajedrez el rey no es nada sin la reina.

Andes de hacer un cambio en tu vida debes encontrarte y amarte.

Pasaron los días, Valentina era otra mujer, como bajo su nivel de estrés, su cuerpo ya no estaba en guardia y pudo bajar peso. Su autoestima subió por los logros alcanzados que la hicieron sentir una mujer empoderada.

Meses después le llamó Daniel: _ ¿Cómo estas Valentina? ¿Cómo te has sentido? ¿Me gustaría verte mañana en la tarde?

Esa te ardDaniel llego, se sentó en el sillón de la sala, y le dijo a Valentina: _Es hora de cerrar tu historia, cierra los ojos, vamos a cerrar el círculo, necesito que hables con alguien muy importante_.

Cuando Valentina abrió los ojos había un espejo, Daniel le dijo: _ Es momento de hablar contigo misma y debes decirte lo que nunca te has podido decir.

Valentina con lágrimas en los ojos se dijo: _ Perdóname, por olvidarme de ti, por no ponerte en primer lugar. Tienes un nuevo amanecer ahora tu planta volvió a dar frutos, tienes nuevas oportunidades para ser feliz. Aprovecha cada experiencia para aprender_.

Esa tarde Valentina se despidió de Daniel, le agradeció por la valiosa ayuda brindada.

Cabe mencionar que el esposo de Valentina poco tiempo después se arrepintió de su error y quiso volver con ella, pero Valentina tomo la decisión de seguir su camino sin él.

Quise darle las gracias a Daniel por todo el bien que trajo a mi vida, pero ya no lo encontré. Poco tiempo después vi la foto de mi amigo Daniel en un libro, su verdadero nombre es Ángel Medina, el libro se llama “Relatos.”

Quiero concluir esta historia reflexionando en lo siguiente:

1.-La persona más importante eres tú, amate mujer.

2.- Permítete ser tu misma, no copies a otra mujer, ni quieras vivir su vida.

3.-Haz de tu felicidad una prioridad.

4.-NO ruegues, ni supliques amor, el amor se genera por la admiración y el respeto, tú eres el premio, tu vales mucho.

5.-Ponte guapa para ti, haz planes para ti, aunque en ocasiones no tengas ganas o te sientas deprimida.

6.-Los hombres aman a las mujeres que se aman.

7.- Alienta y apoya a otras mujeres.

8.-Cuando una mujer se ama a si misma, no hay hombre que pueda lastimarla.

9.-Una mujer con indefensión aprendida se ha desconectado de si misma, piensa que eres capaz, piensa que puedes hacer lo que te propongas.

10.-No permitas que tu desconfianza en ti sea tu peor enemigo

Me despido de ti diciéndote:” Hay mujeres que les rompieron las alas y aun así no perdieron el sueño de volar y ahora son libres”.

 

Texto Adaptado Psic. Elisa Esther González García.

 Una Dama Songné