LA IMAGEN CORPORAL, AMOR PROPIO Y AUTOCUIDADO.

Foto: RevistaIMX especial

Por  Mtra. Psic. Elisa Esther González   20 Mayo 2022

La mayoría de las mujeres somos muy críticas con nosotras mismas, especialmente cuando recibimos un elogio, no lo aceptamos, lo rechazamos, pareciera que es vergonzoso  introyectarlo. Y con falsa  modestia contestamos hablando mal de nosotras.

Cuando nos vemos al espejo, en una foto o video, lo primero que cruza por la mente es descalificarnos: ¡Pero que gorda estoy! ¡Que cachetes tengo! ¡Que mal se me ve el cabello!

Pasa que olvidamos quien somos, la etapa en la que estamos, muchas tenemos una imagen idealizada de nosotras mismas que no va acorde con la realidad, algunas veces nos sorprendemos al vernos y decimos, ¿esa soy yo?

Un 32% de las mujeres jóvenes dicen que se sienten mal con su cuerpo, “las comparaciones en las redes sociales, especialmente en Instagram está desarrollando depresión en las adolescentes, esta situación  pueden cambiar la forma en que las mujeres jóvenes se ven y se describen a sí mismas”.

La imagen corporal es un constructo que implica lo que la persona piensa, siente y cómo se percibe y actúa en relación con su propio cuerpo. Además, dicha imagen se concibe como parte del autoconcepto, que puede entenderse como el conjunto de percepciones o referencias que la persona tiene de sí misma, e incluye juicios acerca de comportamientos, habilidades o apariencia externa.

Cabe destacar que la autoestima es otro aspecto del autoconcepto y alude a una actitud positiva o negativa que tiene la persona hacia sí misma, basada en la evaluación de sus propias características (Sebastián, Manos, Bueno y Mateos, 2007).

Quisiéramos ser de una o de otra forma, añoramos el exquisito cuerpo que deseamos tener, pero  nuestros pensamientos mágicos nos hacen pensar que algún día estaremos con esa figura ideal, el cerebro siempre querrá tener buenos resultados con el mínimo esfuerzo.

La imagen que uno tiene de sí mismo es una visión desde dentro de su apariencia física. Esta visión o percepción de la imagen corporal le puede ser satisfactoria o por lo contrario producirle malestar, es lo que se llama insatisfacción corporal. Este malestar por su evaluación estética subjetiva constituye probablemente el principal factor que precede a las decisiones de adelgazar y que puede degenerar en el inicio de la mayor parte de trastornos de la conducta alimentaria. En este contexto, la insatisfacción corporal es consecuencia de la discrepancia existente entre cuerpo percibido y cuerpo ideal (Uribe, 2007).

La imagen corporal, conformada por las autopercepciones físicas de cada persona, ha sido objeto de numerosas investigaciones durante las últimas décadas en relación con rasgos psicológicos tan importantes como la autoestima, la depresión, la ansiedad o los trastornos alimentarios y, muy en especial, con la insatisfacción corporal.

Está comprobado que, en general, las mujeres manifiestan mayor insatisfacción corporal que los hombres en todas las épocas de su vida, desde la preadolescencia hasta la tercera edad, si bien las diferencias de sexo en la edad adulta y en la tercera edad son menores que en la adolescencia.

Por otro lado, aun cuando la insatisfacción de las mujeres con su cuerpo tiende a mantenerse estable a lo largo de todo el ciclo vital, es digno de señalar que la importancia conferida a la apariencia física y, más en concreto, al tamaño y peso corporal, decrece con la edad (Esnaola, Rodríguez & Goñi, 2010).

Nos toca  aceptarnos tal y como somos, aunque parezca trillado, evitar las comparaciones, desechar   los estereotipos, respetarnos, honrar el cuerpo en el que habitamos con el autocuidado bien establecido:, dormimos temprano, hacer ejercicio, comer a las horas., comer saludable, cuidar nuestros pensamientos, bajar el grado de la ansiedad y preocupación,

En sí, somos el resultado de cómo nos cuidamos.

Las autocríticas que nos hacemos de nada nos sirven, solo generan descontento y a veces hasta enojo con nosotras mismas.

El cuerpo es un vehículo de expresión de la personalidad, por ello se busca alcanzar una imagen corporal representativa. Sin embargo, la aceptación de sí mismo también se da en la percepción física, corporal y la apariencia personal que se tiene.

De allí está la reflexión, cuándo te pregunto ¿realmente te amas?

Una Dama Soigné