El pasado 10 de febrero, el Gobernador Brian Kemp, de Georgia, dio un discurso por demás interesante y profundo en la Universidad Washington and Lee, de Virginia, que deberíamos ver con mucha atención por sus reflexiones, que aplican tanto a Estados Unidos como a México en este año electoral. La presentación fue en el marco del MockCon (por Mock Convention o Convención Simulada), el evento estudiantil de aquella universidad que, desde 1908, busca recrear la convención de nominación de la candidatura presidencial del partido que no está en el poder.
Kemp ganó la gubernatura de Georgia en 2018 con fuerte apoyo de Donald Trump, pero en 2020 se desmarcó de él ante la presión para que anulara el resultado de la elección presidencial en su estado. Desde entonces, Kemp ha sido de los republicanos más vocales contra las acusaciones de Donald Trump sobre el robo de las elecciones de 2020. El discurso de Kemp en MockCon, con dedicatoria al partido Republicano, tiene elementos que se reflejan tanto en México como en Estados Unidos, pues enfrentamos los mismos dilemas este 2024. Kemp habló de tres duras verdades: Primero , “debemos decirle a la gente en qué creemos y qué vamos a hacer para restaurar el Sueño Americano, proteger los intereses de Estados Unidos adentro y al exterior, y asegurar que nuestros mejores días están por delante”. Es claro que ni Trump ni Biden están planteando una agenda para Estados Unidos. Están viciados en los ataques entre ellos, y en quién es peor, o menos apto mentalmente, o más inadecuado por su edad. Lo mismo en México, ni la 4T ni la oposición tienen un discurso propositivo, todo es enfrentamiento. Segundo , “enfoquémonos en el futuro, no veamos en el retrovisor hacia elecciones pasadas. Los votantes que decidirán la Presidencia están cansados de oír sobre 2020”. Demócratas y Republicanos están instalados en el pasado, en general. No están viendo ni la realidad actual ni cómo mejorarla hacia futuro. En México, el Presidente nunca superará 2006; como la oposición no supera 2018. Estamos estancados en un pasado fantasioso, sin visión de país. Tercero , “debemos nominar a la candidatura que pueda ganar la elección general. Es inaceptable que los Republicanos no hayan podido ganar el voto popular a la Presidencia los últimos 20 años.” Uno de los principales problemas de la supuesta mejor democracia del mundo es precisamente que no es el voto ciudadano el que elige a su Presidente, sino un obsoleto Colegio Electoral. Así, quien gane el Colegio Electoral gana la Presidencia, aunque pierda el voto ciudadano. Por otro lado, estamos en una contienda en donde claramente los perfiles de los contendientes más fuertes de ambos partidos son evidentemente inadecuados para gobernar. Ambos lo han demostrado durante sus correspondientes cuatro años de gobierno. ¿Por qué los partidos no nominaron otros personajes menos cuestionados y más atractivos al votante? En México esto se puede traducir a no entender al electorado y cómo está segmentado. Muchos desprecian el voto popular, argumentando que es “ignorante” o “desinformado”. Como si el voto de clase media fuera muy sofisticado. Y después se preguntan por qué se pierden o ganan elecciones. Y al ver las candidaturas, y los partidos, es evidente que estamos en la plena mediocridad. Una elección presidencial no debería ser votar en contra de alguien o por simple descarte, sino buscar la mejor opción. Llevamos décadas sin una buena opción, y hoy tenemos a las de mayor medianía.
Esa debería ser nuestra preocupación de fondo. Sí, por primera vez podremos tener una mujer Presidenta. Un logro crucial, pero que sabe muy amargo por el bajo nivel de ambas. La pregunta real en este aspecto es si realmente estas eran las candidatas para llegar a este hito, o si estamos quemando la oportunidad histórica hacia adelante. Una frase clave de Kemp para nuestra oposición es: “Nuestro mensaje a los votantes debe ser sobre qué haremos por el país si nos regresan las llaves de la Casa Blanca”. Hoy, ni PRI, ni PAN ni PRD, ni su candidata han demostrado que serán diferentes a 2018, cuando los echó la ciudadanía. Allá, como acá: “Tenemos líderes que no está dispuestos a encarar los elementos adversos de sus propios partidos, o que tienen miedo de ser denunciados públicamente por los noticieros estelares”. A donde volteemos, es claro que en México no tenemos líderes políticos ni legítimos ni respetables. Los peores presidentes partidistas, junto con personajes ya sea oscuros o cínicos, y candidaturas mediocres, es lo que premia hoy en nuestro país. La peor crisis política post revolucionaria. Finalmente, los mensajes probablemente más importantes de Kemp, y que más deberían resonar en México, son: “… al final del día, esta elección no es sobre una persona, un político o una agenda política, es sobre el tipo de país en el que vivirán hacia Adelante (…) y, en el fondo, regresar al país a la ruta correcta.” “Esta elección debería ser sobre resultados, no personalidades. Debe ser sobre el future de nuestro país, no una carrera hacia el fondo”. Al final del día, es innegable que en México, como en Estados Unidos, lo que estamos viviendo en estas elecciones es precisamente una carrera hacia el fondo. Las peores clases políticas en décadas, los partidos más cerrados, los gobiernos más ineficientes y las candidaturas menos adecuada. Y ante esta realidad, ¿qué pensamos hacer como sociedad para salir del hoyo que nos hemos cavado? ¿Cuándo entenderemos que nuestra propia crisis social de división, confrontación y desigualdad nos llevó a la peor crisis política de la historia reciente? ¿Estamos dispuestos a corregir? Esperemos no reaccionar demasiado tarde. 2030 está a la vuelta de la esquina. No lo perdamos como 2024. El discurso completo de Kemp puede verse en https://www.mockconvention.com/2024-livestream , en la sesión 3, a partir de 2:03:50. ____ Nota del editor: Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.
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